Así lo indicó durante la presentación de resultados trimestrales del grupo, donde eludió anticipar qué impacto podría tener sobre la plantilla ni el coste, ya que dependerá de una negociación con los sindicatos que arranca el próximo lunes.

El ejecutivo indicó que el interés del banco es alcanzar “en el menor tiempo posible” un acuerdo negociado con los sindicatos para el expediente de regulación de empleo (ERE), donde algunos cálculos no oficiales elevan a una horquilla entre 3.000 y 4.000 los puestos susceptibles de ajustar.

Como paso previo el Santander ha acelerado la integración de red del Popular, con la conexión ya del 40% de las oficinas y la intención declarada de completarla antes del mes de julio, de forma que la mayoría de las salidas podrían acelerarse en apenas seis meses.

La franquicia española del Santander –une a su antigua red la del Popular- redujo un 11,4% el beneficio en el primer trimestre, hasta los 403 millones de euros. La cuenta acusa una menor venta de carteras de deuda, de ingresos de la banca mayorista y el impacto de la norma contable NIIF 16.

Sin estos impactos, la ganancia subiría impulsada por la maquinaria comercial, que elevó un 1% el censo de clientes vinculados, un 25% los digitales, permitió mantener el saldo de crédito frente a diciembre plano pese a las amortizaciones de deuda de clientes y elevar un 3% los recursos de clientes administrados.

La unidad España alcanzó una rentabilidad sobre activos tangibles o RoTE del 11%, con un 55,7% de eficiencia y tras reducir la morosidad en 8 puntos básicos, hasta situarla en el 6,19%.