Así lo dijo el número dos del banco en la rueda de prensa para presentar los resultados de CaixaBank correspondientes al primer trimestre del año, que reflejaron un beneficio de 533 millones de euros, un 24,3% menos que en el año anterior por los menores resultados cosechados en Repsol y BFA y la ausencia de plusvalías anotadas un año antes en el luso BPI.

El consejero delegado de la entidad fue preguntado por los resultados de las elecciones generales del pasado domingo, que reflejaron la victoria del PSOE, con 123 escaños, y por las posibles medidas que puedan llevaría a cabo el nuevo gobierno, como podría ser el impuesto a la banca.

Gortázar señaló que “no existe un único bolsillo, la banca”, y consideró que “no tiene sentido” que las entidades que “han sido las que han hecho las cosas bien sean responsables de los errores y de la mala gestión que han tenido las entidades que han desaparecido”.

El consejero delegado de CaixaBank subrayó que “nosotros no somos responsables de los errores y del dinero que han podido costar otras entidades, hay otros bancos que no han costado nada”.

Además, apuntó que CaixaBank aportó el año pasado 712 millones de euros por Impuesto de Sociedades y que el sector “estamos pagando muchos impuestos”.

Desde la entidad se valoró “positivamente” el hecho de que la jornada de votación se desarrollara sin incidentes y con un “alto grado de participación”, lo que muestra que España tiene una “democracia consolidada”.

Respecto a los posibles pactos para conformar un gobierno con mayoría, Gortázar se limitó a decir que se respetarán y que se encuentran “a la espera del resultado, como cualquier otro ciudadano o empresa”. Mostró la disposición del banco a “echar una mano al Gobierno”.

Desde CaixaBank se citaron como prioridades para el nuevo Ejecutivo mantener el actual ritmo de crecimiento económico, por encima del 2%, y si es posible, acelerarlo; alcanzar la disciplina presupuestaria para que las cuentas públicas converjan hacia la “zona de tranquilidad”; crear empleo; reducir la desigualdad, la “precariedad” y la temporalidad, así como “hacer un esfuerzo de poner en una agenda de consenso social y político temas de gran trascendencia como la cuestión de las pensiones” o la educación, situando su debate “fuera de la vorágine de campañas electorales”.

En lo que respecta a la cuestión territorial con Cataluña, Gortázar abogó por diálogo para resolverla "con el respeto lógico al marco legal" y confió en que se alcance un acuerdo "positivo para Cataluña y el conjunto de España".