En rueda de prensa tras la reunión de la dirección de Ciudadanos, la portavoz nacional y diputada electa por Barcelona, Inés Arrimadas, reconoció que su principal objetivo en la campaña electoral era "desalojar" a Sánchez y "desgraciadamente" eso no solo no ha sido posible, sino que "le dan los números" para seguir en ese cargo con el apoyo de Unidas Podemos y de formaciones nacionalistas.

De hecho, se mostró convencido de que el nuevo Gobierno está "hecho", aunque a lo mejor "quieren hacerse un poquito los remolones" y no desvelar detalles antes de las elecciones europeas, autonómicas y municipales de mayo. Incluso, apuntó, puede ser que algún dirigente territorial del PSOE que concurre a esos comicios haya pedido no avanzar en esas negociaciones para no interferir en la campaña.

Arrimadas dejó claro que en la dirección no ha habido ningún debate interno sobre la decisión de no pactar con Sánchez porque todos están convencidos de que "no se puede" llegar a ningún acuerdo global con él más allá de cuestiones puntuales. Esa decisión, apuntó, "ha sido avalada en las urnas" porque los electores de Ciudadanos, que han crecido un 80% respecto de las anteriores, sabían que sus votos irían a "echar a Sánchez de Moncloa".

"No vamos a marear la perdiz", aseguró Arrimadas descartando así cualquier conversación en ese sentido y reiterando la convicción de que el pacto de Sánchez con Unidas Podemos y con respaldo de nacionalistas ya está encarrilado.

Es Sánchez, dijo Arrimadas, el que "no puede pretender gobernar con Ciudadanos" después de haber pactado con los independentistas, de haber llamado "fachas a quienes llevan una bandera de España" y de haber acusado de "crispar a quienes quitamos lazos" en Cataluña. Eso, sentenció, fue "un error" que quizá el PSOE no ha pagado en las urnas por el descalabro del PP.

Más allá de no haber conseguido la mayoría alternativa, Arrimadas celebró que Ciudadanos está en "empate técnico" con el PP en votos, apenas a ocho décimas, con la diferencia de que Rivera lidera un partido "fuerte, limpio", que no se va a distraer en "líos internos" y que podrá centrarse en la labor de oposición a un Gobierno que va a ser "nefasto" para España.

Arrimadas quiso agradecer la confianza depositada en su partido por más de cuatro millones de electores, y se comprometió a ser la voz de quienes están "tristes" y "preocupados" por el resutado de las elecciones, con la promesa de que "más pronto que tarde" Ciudadanos gobernará y Rivera será presidente.

Ha sido el "naufragio electoral" del PP el que ha impedido esa suma alternativa, insistió Arrimadas, pero se ha consolidado el espacio "de centro, liberal, reformista, que defiende España, europeísta", y que ejercerá el liderazgo de la oposición en la legislatura que comienza.

En la Comunidad Valenciana, apuntó, el resultado se parece mucho al estatal, con Ciudadanos como partido con representación previa que más crece, y con la voluntad de ejercer la oposición al tripartito liderado por los socialistas. "Seremos la voz", dijo, "de quienes no quieren que Valencia se contagie de la gripe nacionalista" y no quieren que en su comunidad pase "lo mismo que hemos sufrido los catalanes".

Arrimadas explicó que, aparte de la felicitación pública al ganador de las elecciones, Rivera no ha hablado con Sánchez y tampoco con Pablo Casado.

Sobre el resultado en Cataluña, Arrimadas subrayó que es ligeramente mejor en número de votos que el de las anteriores generales, y después de aquellas Ciudadanos ganó las autonómicas, por lo que entiende que están en mejor situación para hacer frente al separatismo en esa comunidad autónoma.

De hecho, sí subrayó que los independentistas están hoy "más fuertes" porque Sánchez seguirá en La Moncloa, y además los resultados demuestran que la política de diálogo del PSOE no ha bajado "la inflamación" nacionalista sino "todo lo contrario".

Arrimadas se refirió al resultado de Vox para destacar que 734.000 votos a la formación liderada por Santiago Abascal no se han traducido en escaños, "han ido a la papelera", lo cual confirma que Ciudadanos es el partido "fuerte" capaz de dar representación a la oposición.