Borrell dice que España "no ha tenido quien le escriba, porque los demás han escrito mucho sobre ella"

MADRID
SERVIMEDIA

El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Josep Borrell, ilustró este miércoles gráficamente cómo la leyenda negra sobre España ha tomado cuerpo en el mundo omitiendo los aspectos positivos de su aportación a la historia universal con la siguiente sentencia: "España no ha tenido quien le escriba porque los demás han escrito mucho sobre ella".

Así se pronunció el jefe de la diplomacia española durante la presentación del libro 'España, una historia global' en la Casa de América de Madrid, un acto en el que participaron el autor de la obra, Luis Francisco Martínez Montes, la secretaria de Estado de la España Global, Irene Lozano, y el periodista del diario 'La Vanguardia' Enric Juliana.

Borrell destacó que este libro "viene muy a cuento" porque "no cuenta la historia de España, que nos la han contado muchas veces mal, sino sus aportaciones, con sus luces y sus sombras, a la historia universal" y añadió que lo hace "sin ditirambos y sin el espíritu nacional que algunos sufrimos en nuestra educación".

Subrayó que la publicación del libro tiene lugar en un momento en que la leyenda negra, "por pura casualidad", está de actualidad con motivo de la reclamación del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, al rey Felipe VI para que se disculpe por los excesos de la colonización española de su país.

Esto le sirvió para situar la leyenda negra como "la primera gran operación mediática muy exitosa de desacreditación" que sufrió un país, un hito que tuvo lugar antes de la llegada de las 'fake news'. Señaló que posteriormente llegó el relato de 2008, que situó a España como uno de los "eslabones débiles del euro" y la actual, vinculada a la crisis independentista de Cataluña y que ha provocado que caigan "toneladas de descrédito" sobre el sistema político y judicial español al presentar al país como un estado fallido con una "estructura política premoderna, autoritaria, ineficaz y condenada a la periferia de la globalización".

Encuadró el éxito de estas campañas de descrédito en la incapacidad española para elaborar una contranarrativa que "ponga en valor nuestra experiencia histórica y utilizarla como elemento de valor de nuestra política exterior".

"España no ha tenido quien le escriba, porque los demás han escrito mucho sobre ella. Los relatos de exaltación nacionalista nos han puesto en el lado equivocado de la historia", aseveró.

Consideró que "esa carencia" se puede superar actualmente porque "tenemos una coyuntura favorable para ello" que permitirán al país "sintetizar y abstraer un resalto que extraiga los elementos modernizadores de participación en Europa, su relación árabe-islámico y con el mundo americano".

Llamó a "recuperar las antiguas conexiones y a enlazar con otras", entre las que enumeró el continente africano y el asiático, e instó a conmemorar cómo es debido la gesta de Magallanes-Elcano aprovechando el quinto centenario de su realización, para lo cual se celebrará una conferencia internacional con todos los países por los qe surcó la ruta.

También invitó a "recordar lo que hicimos" y a sentirse orgulloso de ello, ya que "no es poca cosa lo que hemos hecho": "contactamos mundo ignotos y creamos nuevos mundos, sociedades mestizas, porque nos mezclamos a diferencia de otros que se mantuvieron aparte en su blanquidad, nos planteamos si el trato a los indios tuvo lugar de acuerdo a la ley, redactamos las leyes de indias, creamos las disciplinas a los colonos explotadores".

Reconoció que "toda conquista derrama sangre y se ejerce con violencia", pero invitó a evocar que en "nuestro pasado imperial hemos desarrollado muchas cosas que van más allá de la fuerza bruta".

Utilizó la figura de Hernán Cortés para aseverar que "nunca hubiera sido capaz de conquistar México con sus 400 hombres si no hubiera sido por las rencillas entre indios de las que se aprovechó con una inteligencia diplomática propia de Alejandro Magno".

Dijo que Epsaña tuvo una "historia extraordinaria" hasta la batalla de Trafalgar. Posteriormente, el país se "hundió en 150 años tristes y decadentes, enzarzándose en guerras civiles y peleándose consigo mismo y quedándose sin luchar en las dos guerras mundiales que forjaron el espíritu de los países modernos".

Arguyó que el país no ha tenido "enemigos comunes desde Napoleón", el resto fue "cainitismo español", lo que le permitió conceder que es "difícil sentirse orgulloso de una parte de la historia con más luces que sombras". Sin embargo, llamó a evitar que "eso oculte la gran historia de un país como España".

Por ello, mostró su confianza en que los españoles sean capaces de "ofrecer una visión positiva de nuestra historia y construir un país capaz de atraer las ganas de formar parte de él, no con formas autoritarias e impuestas, sino con un proyecto atractivo de convivencia".

Por último, dijo que España y Portugal pueden "catalizar" una integración iberoamericana con la UE con el objetivo de contribuir a la disminución de la inseguridad y la desigualdad en esa zona del mundo.

Por su parte, Lozano subrayó que "pesan los tópicos y los estereotipos sobre la leyenda negra" española, mientras que Martínez Montes afirmó que los españoles están "psicológicamente debilitados para responder a unos tópicos que pensábamos que estaban arrumbados".

(SERVIMEDIA)
10 Abr 2019
MST/gja