La entidad escenificó cierto repliegue del vecino mercado en diciembre de 2016 con la venta del 4,08% que poseía en Banco Comercial Portugués (BCP) en virtud de una alianza rubricada en el año 2000 y que incluyó la tenencia de participaciones cruzadas y la prestación de servicios mutuos a sus clientes en los respectivos países.

Su desinversión coincidió con la toma de control del luso BCP por parte del fondo chino fosum, y después de que BBVA cerrase su negocio de banca de particulares en el país y el Popular lo ajustase de forma decisiva.

Sin embargo, no ha estado ausente del todo de aquel mercado. El proyecto de apertura de la nueva sucursal lo inició en septiembre de 2018 tras acumular más de 25 años de experiencia en Portugal, y ha empezado ya, a través de su red internacional, a prestar sus servicios a las empresas españolas con inversiones en el país y a corporaciones portuguesas. El banco destalló hoy que, en poco más de seis meses de actividad, sus volúmenes de negocio "han sobrepasado ya a los previstos inicialmente".

La oficina en Portugal está dirigida por Santiago Tiana y se ubica en la céntrica Avenida da Liberdade, en Lisboa. Cuenta además con un equipo de 12 expertos con una amplia experiencia en el sector bancario portugués orientada al segmento de empresas, la actividad transaccional, el 'trade finance', la financiación estructurada, la tesorería, el mercado de capitales y la Banca Corporativa.

Según detalló el director general adjunto del Sabadell y director de la dirección de Corporate & Investment Banking, José Nieto, el objetivo es ofrecer servicios que permitan al banco "estar comprometido a largo plazo con empresas españolas que están desarrollando negocios o invirtiendo en Portugal y ayudar a las empresas portuguesas a que tomen las mejores decisiones económicas tanto en su país como en nuevos mercados en los que la banca portuguesa no está presente a día de hoy”.