Según informó la Policía este viernes, la llamada ‘operación Transatlántico’ comenzó tras intercambiarse ambos países un listado con la totalidad de prófugos reclamados por las respectivas autoridades judiciales. Se procedió entonces a solicitar a todos los juzgados la emisión de las preceptivas órdenes internacionales de detención y la inclusión de las mismas en las bases de datos de Interpol.

El 6 de marzo de 2018 se ejecutó en España la primera detención en el marco de la operación. Se trataba de un ciudadano argentino requerido por delito de blanqueo de capitales. Desde entonces, se llevó a cabo el resto de las detenciones y localizaciones en ambos países, todos ellos por delitos como blanqueo de capitales, delitos contra la salud pública, robo agravado, agresión y abuso sexual, estafa, homicidio y falsificación, entre otros.

De las 36 detenciones, 16 de ellas se produjeron en territorio español, mientras que las 20 restantes se llevaron a cabo en Argentina. En octubre de 2018, se detuvo en Córdoba (Argentina) a un hombre que en 2009 acudió al madrileño centro comercial Islazul tras haber acordado con otras tres personas la sustracción de las sacas que unos vigilantes de seguridad iban a transportar desde una sucursal instalada en el interior centro comercial.

AGRESIONES Y ABUSOS

Entre las detenciones se encuentran varios casos de agresión y abuso sexual. En Argentina fueron detenidas tres personas por hechos sucedidos en España. Uno de los detenidos entró en el portal de su bloque de viviendas, en el que también vivía una niña de 11 años y con la que coincidió en el momento de los hechos.

También fue arrestado un hombre que obligó a sus dos hijas a mantener relaciones sexuales con él. Los hechos sucedieron cuando ambas niñas eran menores de edad y durante un periodo de dos años.

Otro de los hombres detenidos abordó a su ex pareja en el portal de su domicilio, donde fue agredida y obligada a subir al piso para abusar sexualmente de ella bajo amenazas de muerte.

En España, fue detenido un individuo que abusó sexualmente en Argentina de su hijo de cinco años en presencia de otro hijo de un año y medio de edad, aprovechando que su madre no se encontraba en casa. Para ocultar el delito, golpeó y amenazó de muerte a los niños utilizando un arma blanca y les dijo que mataría a su madre si revelaban lo que estaba sucediendo.