Juicio Procés

El comisario de Información de Cataluña asegura que el 52% de sus coches camuflados fueron “chequeados” por los Mossos

MADRID
SERVIMEDIA

El comisario jefe de la Brigada de Información de la Policía Nacional en Cataluña, Juan Manuel Quintela, aseguró este martes en el juicio por el 1-O que “de los 229 vehículos camuflados de la Policía Nacional, fueron hechas 214 consultas por los Mossos d´Esquadra. El 52% de nuestros vehículos fueron chequeados y ese seguimiento no es normal”.

El jefe policial ilustraba así su convicción de que el cuerpo autonómico había hechos seguimientos al Cuerpo Nacional de Policía en los días previos a la celebración del referéndum ilegal. En respuesta al abogado Xavier Melero, el comisario admitió que había un “clima creciente de desconfianza” entre cuerpos policiales.

El letrado quiso saber cómo podían saber los Mossos en qué lugares se encontraban los efectivos de la Policía. "Había células de seguimiento en las cuatro provincias", explicó el comisario, que corrigió al abogado cuando dijo que en Barcelona esa célula no entró en funcionamiento.

Sobre los procedimientos de actuación de la Policía Nacional y su diferencia con los de los Mossos, el testigo dijo que los criterios de la Policía autonómica no hacen mención a ciertos principios básicos, y “el primero de ellos es el acatamiento al ordenamiento jurídico, que se había omitido, pasando directamente al de proporcionalidad, congruencia y oportunidad de las actuaciones y al criterio de no actuar si hay personas vulnerables”. Según dijo, de acuerdo a esos criterios los convocantes de las protestas pudieron “tomar decisiones”.

Según la instrucción del Ministerio del Interior, "el objetivo prioritario" de la actuación policial era impedir el referéndum. El 28 de septiembre de 2017, Interior dictó una instrucción en la que ordenaba priorizar "la seguridad" de policías y ciudadanos por encima de la "eficacia", que, según el comisario, son los criterios básicos de actuación que se aplican siempre. “El criterio de la utilización racional de la fuerza fue seguido escrupulosamente y fue transmitido a los agentes", replicó.

En cualquier caso, el comisario insistió en que durante el 1-O la Policía actuó "con mesura y con uso proporcional de la fuerza". Aseguró, además, que "no hubo incidentes en todos los lugares” en los que actuó la Policía, “pero sí en la mayoría".

Más adelante, en respuesta al abogado Jordi Pina, el testigo explicó que "nuestras actuaciones deben estar sujetas a los principios de proporcionalidad. Los policías estamos sometidos a estrictos controles y debe ser así; tenemos un régimen disciplinario muy severo y un Código Penal que nos exige una mayor calidad en nuestras actuaciones y estricto sometimiento a la Ley. Si ha habido algún exceso por parte de algún funcionario, los mecanismos de control habrán funcionado”.

Sobre el incidente con el escolta de la exconsellera Clara Ponsatí, que iba armado, el testigo reconoció que estaba autorizado a portar armas, aunque "lo que igual se sale de la normativa es prestar protección en un acto ilegal, pero no me corresponde a mí valorarlo”.

En cuanto al ciudadano que perdió la visión de un ojo por el impacto de una pelota de goma, el comisario subrayó que protagonizó “cinco agresiones” a los agentes del CNP, entre ellas el lanzamiento de una valla metálica. El informe en el que se relatan estos hechos, añadió, “esta remitido al Juzgado de Instrucción número 7 de Barcelona”.

En este sentido, el letrado Alex Solá apuntó una posible relación entre el comportamiento del ciudadano y el uso de pelotas de goma por parte del CNP. En ese momento fue interrumpido por el juez Manuel Marchena, quien le advirtió de que, pese al “lamentable” suceso, no debía seguir preguntado sobre ese asunto, ya que está siendo investigado en otro juzgado.

Además, el comisario de Información de Barcelona dijo no conocer la existencia de una comisión creada en el Ministerio de Interior para investigar el uso en general de material antidisturbios.

(SERVIMEDIA)
02 Abr 2019
SGR/ICG/caa