Guardias civiles describen como “organizados, estructurados y orquestados” los escraches en los hoteles donde se alojaban
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Los dos primeros guardias civiles que declararon esta mañana en el juicio del `procés´ relataron los escraches sufridos por los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado desplazadas a Cataluña con motivo del 1-O en sus hoteles de alojamiento. En concreto, los testigos estuvieron en dos hoteles de la Seu d´Urgell y uno de ellos afirmó que las protestas estaban “organizadas, estructuradas y orquestadas”.
Uno de los agentes insistió en que desde su habitación pudo ver como “había tres hombres y una mujer que tenían un enlace, que se entrevistaba con una persona y que después se unía al escrache y se cambiaban las consignas". Explicó que “llegaron a arrojar vasos y alguna botella de plástico”, llegó a intervenir una pareja de los Mossos d'Esquadra para “identificar a una persona que se alteró más de la cuenta y llegó a arremeter contra la puerta del hotel”. Mientras esa identificación se producía, “la masa empezó a abuchear a los mossos", describió.
Este agente estuvo alojado en el hotel Nice y presentó una denuncia por actos de hostigamiento que ha sido archivada. En su declaración explicó que el dueño del hotel les dijo que “tenía miedo y que su mujer también tenía miedo”, por lo que acabaron buscando otro alojamiento y acabaron en el Parador Nacional, que se encuentra en las afueras de la ciudad. Allí no se produjeron escraches.
Este testigo describió cómo desde su habitación pudo ver cómo una multitud se dirigía a hacer un escrache a otro grupo de guardias que se alojaban en el cercano Hotel Avenida. Relató que habría unas 150 personas que acudieron acompañados de un camión de bomberos. Todos ellos trataban de impedir la entrada y salida de cualquier persona y les insultaron, llamándoles “hijos de puta”, “asesinos” y “fuera las fuerzas de ocupación”. El testigo explicó que inicialmente se desplazaron a la zona por 12 días que acabaron siendo 45, "hasta que la situación se normalizó".
El primero de los declarantes de este jueves explico cómo el 3 de octubre “un grupo numeroso de personas, con pancartas, proferían gritos e insultos. Calculo que habría cerca de 1.000 personas. Vi un vehículo de los bomberos con la sirena puesta. Cerrando la manifestación iban 3 o 4 bomberos uniformados", explicó. Hubo concentraciones varios días seguidos por la tarde.
En el hotel había alojadas unos 50 agentes. Aparte de los insultos los agentes no recibieron “amenazas físicas”. También se mostró convencido de que las concentraciones eran "organizadas". Aseguró que se sintieron coartados para salir del hotel.
Con motivo de estos hechos, el propietario del hotel dijo que se sentía "presionado" por lo que decidió no renovar la reserva una vez terminado el período contratado. "Nos fuimos sobre el día 4 o 5 de octubre” a un hostal y después al Parador de la Seu.
(SERVIMEDIA)
28 Mar 2019
SGR/ICG/gja