Timmermans participó en un acto de campaña del PSOE en Alicante, donde comparó a los socialistas con ciclistas que van “montando en bici con el viento de las derechas en contra” pero a quienes esto “motiva para pedalear cada vez más fuerte”.

Quiso disuadir a quienes “quieren volver al pasado” porque, dando la vuelta al verso de Jorge Manrique, “cualquier tiempo pasado fue peor”, y advirtió: “Lo que ha pasado en Andalucía no puede volver a repetirse”.

Según dijo, “partidos que se declaran moderados deberían dejar de flirtear con la extrema derecha”, y él prometió: “Nunca, en ninguna circunstancia, pactaré con la extrema derecha para obtener mi investidura como presidente de la Comisión”. Aseguró que será un presidente “feminista” como lo es Pedro Sánchez en España, que ha hecho de este país “un referente” para las mujeres.

Para él, los socialistas han de ser “el muro de contención de la extrema derecha en Europa”, por lo que entonó varias veces el “No pasarán” de los defensores de Madrid frente a las tropas franquistas. Y, pasando a la derecha no extrema, preguntó “cómo pretenden estar con el pueblo cuando ignoran sus dificultades” y “sus políticas sólo benefician a la minoría”.

Como crítica concreta, arremetió contra la supuesta idea del presidente del PP, Pablo Casado, al calificar de “indigno retrasar la expulsión de mujeres inmigrantes irregulares que entreguen a su hijo en adopción”.