Así lo afirmó en una entrevista concedida a Servimedia en la que aseguró que “Europa va más lenta de lo que nos gustaría en materia de reconocimiento de nuevas actividades” que, en su opinión, “no tienen una buena correlación en la fiscalidad y eso hay que arreglarlo porque se produce una suerte de competencia desleal que tenemos que ser capaces de corregir”.

Por ello, tras lamentar que ayer el Ecofin finalizara su reunión sin acuerdo sobre la creación del impuesto, Montero mostró su confianza en que “la OCDE puede hacer una recomendación un poco más taxativa que la que se ha hecho por parte de Europa, en la que al final los diferentes intereses que se contraponen no permiten sacar adelante documentos de este tipo”.

“Creemos que la OCDE va a ser más proclive”, continuó, para añadir que “Europa tiene que reflexionar seriamente sobre la capacidad para el futuro de crear una fiscalidad única y un espacio común y homogéneo que permita que el movimiento de mercancías y empresas en la Unión no se vea afectado por situaciones de fiscalidad a la baja o al alza, y que realmente podamos construir una más y mejor Europa”.

Sobre este punto, la titular de Hacienda apuntó que “todo el mundo es muy cauto” ante la proximidad de las elecciones europeas y expresó su deseo de que “la Europa que se construya después del 26 de mayo sea una Europa más Europa, en la que haya menos cabida para euroescépticos y partidos que llegan al entorno europeo para debilitarlo y que haya una mayor presencia de las fuerzas tradicionales que hemos propugnado y alumbrado la formación de esta gran familia que es Europa”.

Por otro lado, Montero defendió que “el impuesto tal y como lo ha definido España recoge muy bien esas nuevas actividades” pero que “el debate no está tanto en qué tipo de hecho imponible hay que gravar”. En este sentido, la ministra aseguró que “hay bastante consenso en que la venta de datos para la publicidad dirigida es uno de los elementos que todo el mundo entiende que debe tener un reflejo en la actividad fiscal”, y que “a nosotros nos parece muy importante que contribuyan las plataformas que se construyen para poner en comunicación a los usuarios con los comercios”.

En concreto, el Gobierno de Pedro Sánchez aprobó en enero la creación de este impuesto que, al ser de nuevo cuño, tenía que ser desarrollado en el Congreso de los Diputados y el Senado, por lo que su tramitación se ha visto truncada por el adelanto electoral y la disolución parlamentaria.

El impuesto que planteaba el Gobierno, por el que estimaba unos ingresos de 1.200 millones en el proyecto de Presupuestos, proponía gravar con un tipo del 3% a las empresas con ingresos anuales de 750 millones de euros a nivel mundial y que tuvieran ingresos superiores a tres millones de euros en España. El tributo se habría aplicado a los servicios de publicidad dirigida en línea, servicios de intermediación en línea y la venta de datos generados a partir de información proporcionada por el usuario.