Los grupos que mayor influencia tuvieron en la evolución de la inflación en febrero fueron el transporte, que repuntó dos puntos por encima del registro de enero y se situó en el 1,8%, debido a la subida de los carburantes y lubricantes, y los alimentos y bebidas no alcohólicas, que aumentaron su variación anual en cinco décimas, hasta el 1,4%, por los precios de las legumbres y hortalizas.

Entre los grupos con influencia negativa destacaron la vivienda, que disminuyó un punto y medio y se situó en el 0,9% por la bajada de los precios de la electricidad; ocio y cultura, con un descenso de siete décimas, y comunicaciones, cuya tasa bajó más de un punto.

Por su parte, la tasa de variación anual de la inflación subyacente (índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) disminuyó una décima, hasta el 0,7%, y se sitúa cuatro décimas por debajo de la del IPC general. Es la tasa más baja desde julio de 2016.

En términos mensuales, la inflación se situó en el 0,2% en febrero, un punto y medio más que la de enero.

Por comunidades autónomas, la tasa anual aumentó en 10 regiones respecto a enero, se mantuvo en seis y disminuyó en una.

Los mayores incrementos se produjeron en Castilla-La Mancha, Navarra y País Vasco, con una subida de tres décimas en todas ellas. Mientras, el descenso se lo anotó Canarias, de tres décimas.

Asimismo, el IPC Armonizado (IPCA) alcanzó el 1,1% en tasa interanual, una décima por encima de la registrada el mes anterior y la misma tasa que el IPC general, y la inflación a impuestos constantes (IPC-IC) se situó en el 1%, una décima menos que el índice general.