Según explicó, durante todo el tiempo en que trabajó para Unipost nunca tuvo contacto con “nadie de la Generalitat. Tenía varios códigos de cliente y varios puntos de recogida", pero nunca tuvo contacto directo con el cliente.

Explicó que en la delegación de Barcelona y Badalona “recibíamos toda la correspondencia sin ningún tipo de albarán y sin órdenes de entrega”. La única condición para tramitar el trabajo era la autorización de la central que también se encargaba de facturar el trabajo, “ignoro cómo”, aseguró.

Según relató, su jefe directo Francisco Juan Fuentes Ruiz, que también declaró esta tarde en el juicio, le pidió que dieran salida al encargo “al día siguiente. Solo sabíamos que eran de la Generalitat". Nunca supo porque había que agilizar este trabajo: "No lo sé. Nunca nos daban instrucciones de los porqués". Pese a esas instrucciones iniciales, los envíos nunca se hicieron. Aseguró también que la empresa nunca le dio instrucciones para mantener en secreto este trabajo. "No. Si no, no lo habría puesto por escrito", afirmó.

Tras este testimonio, compareció ante el tribunal David Palanqués, responsable de proyectos del Centro de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (CTTI) de la Generalitat. Está imputado por estos mismos hechos en un juzgado de Cataluña, por lo que compareció con su abogado y se acogió a su derecho a no declarar.