S&P augura otra "ronda" de fusiones en la banca mediana española por los bajos tipos

MADRID
SERVIMEDIA

La agencia de calificación de solvencia Standard & Poor's (S&P) cree que la negociación entre Liberbank y Abanca de cara a una fusión "podría abrir la puerta a otra ronda de consolidación en el sistema bancario español", entre las entidades mediadas.

A título ilustrativo señala en un informe publicado este lunes el interés mostrado recientemente por Abanca en entrar en liza por Liberbank. "Ciertamente vemos espacio para más consolidación, particularmente entre jugadores de tamaño medio. Podría ser una oportunidad para que los bancos fortalezcan y diversifiquen sus franquicias, ganen tamaño y diluyan el impacto de sus bases de costes fijas", augura sus expertos.

Es una de las conclusiones de su análisis sobre el sistema financiero español, cuyos márgenes continúan bajo la presión de los tipos de interés oficiales al cero por ciento, la necesidad de reforzar el capital por requerimientos regulatorios y otras exigencias normativas.

Una mayor integración permitiría, a su juicio, reforzar las franquicias medianas a la vez que avanzan también en la digitalización, la transformación digital, y mejoran al tiempo su acceso a los mercados de capitales.

S&P es escéptica, por otro lado, sobre la posibilidad de que el Gobierno complete a lo largo de 2019 la desinversión del 61,4% que aún controla en Bankia y donde dispone de plazo para encontrar sustituto al Estado en el capital hasta el 2021 tras la última prorrogar acordada por el Gobierno.

La firma de análisis de riesgos considera que las perspectivas para los bancos son, "en gran medida, estables", después de años de cambios en sus calificaciones por el efecto de la crisis en los balances y los múltiples desafíos que encaraban. A tal efecto, indica que las acciones de calificación a futuro probablemente estarán definidas para bancos específicos por sus propios desarrollos en lugar de movimientos generalizados para todo el sistema.

Al realizar su diagnóstico, S&P considera que, a pesar de la desaceleración, la economía debería registrar un crecimiento "sólido" en 2019, que sitúa en el 2,3%, y continuar el descenso del desempleo hacia tasas del 14,1%.

Bajo este escenario augura que la rentabilidad de los bancos "no cambiará mucho", frente al actual 6,4% que arroja la industria en rentabilidad sobre recursos propios (ROE) a pesar de que estima que los ingresos netos por intereses "podrían finalmente volver a crecer este año".

También estima que los costes permanecerán, en conjunto, "planos", en parte porque augura que continuará la reducción de personal y de sucursales.

La firma de rating espera que el crédito vuelva a crecer por vez primera desde que estalló la crisis, aunque en un ratio todavía "modesto"; y da por seguro que se desacelerará el proceso de reducción de carteras de activos improductivos. Tras las desinversiones récord de 2017 y 2018, pronostica que esta exposición caerá un 5,5% a lo largo del ejercicio.

Por otra parte, espera un encarecimiento del crédito, con la posibilidad de que resurjan los costes por litigios. Ahí ve dos focos de riesgos: la decisión del Tribunal de Justicia de la UE sobre el uso del índice IRPH (Indice de Referencia de Préstamos Hipotecarios) para hipotecas (que se esperan para mediados de año) y la investigación abierta sobre la denuncia de escuchas telefónicas en BBVA.

(SERVIMEDIA)
11 Mar 2019
ECR/gja