Salud

Investigadores españoles descubren una nueva diana terapéutica para frenar la aterosclerosis precoz en progeria

MADRID
SERVIMEDIA

Un grupo de investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) y de la Universidad de Oviedo han descubierto un nuevo mecanismo molecular implicado en el desarrollo de la aterosclerosis prematura en ratones con el síndrome de progeria Hutchinson-Gilford.

El estudio, publicado en la revista 'EMBO Molecular Medicine', permitirá identificar una posible terapia para esta enfermedad genética grave que se caracteriza por la aparición de enfermedad cardiovascular prematura y muerte precoz, generalmente por infarto de miocardio o ictus cerebral, a una edad comprendida entre los seis y 20 años.

La progeria es una enfermedad genética muy rara causada por una mutación en el gen LMNA. Se estima que en todo el mundo hay menos de 400 personas afectadas. Las personas con este síndrome presentan un envejecimiento acelerado y un riesgo muy elevado de enfermedades cardiovasculares asociadas a dicho envejecimiento.

Por ello, estudiar esta patología “nos acerca a un posible tratamiento para las personas que la padecen y, además, puede aportar información relevante para entender el envejecimiento fisiológico y los factores que lo regulan”, explicó el líder del grupo investigador, Vicente Andrés.

La aterosclerosis es una enfermedad degenerativa que consiste en la acumulación progresiva de colesterol y células del sistema inmune en la pared arterial que, al formar una placa o barrera, obstruye las arterias. La rotura de esta placa aterosclerótica en estadios avanzados de la enfermedad puede provocar la muerte debido a un infarto de miocardio o ictus cerebral.

De todos modos, el grupo investigador del CNIC quiso destacar que “muchos de los factores que aumentan el riesgo de sufrir enfermedad cardiovascular aterosclerótica pueden controlarse mediante hábitos de vida saludables”, como la alimentación sana o el ejercicio físico. Sin embargo, “el principal factor de riesgo es el envejecimiento, un parámetro que no podemos modificar, situación que se agrava en los pacientes con progeria, cuyas arterias presentan múltiples defectos, incluyendo la pérdida de las células de músculo liso y la formación de placas ateroscleróticas”, apostillaron.

(SERVIMEDIA)
12 Mar 2019
SPS/caa