Juicio Procés

Un exjefe de los Mossos dice que Puigdemont mantuvo el 1-O pese a los avisos del cuerpo

- Mandos de los Mossos manifestaron su “absoluta disconformidad” con la previsión de Forn para una “jornada electoral normal” el 1-O

MADRID
SERVIMEDIA

El exresponsable de la Comisaría General Técnica de Planificación y Seguridad de los Mossos d´Esquadra Emilio Quevedo aseguró este lunes en el juicio del `procés´ que el entonces presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, decidió seguir adelante con la celebración del referéndum del 1-O pese a las advertencias en contra que le hicieron los mandos de los Mossos en dos reuniones celebradas los días previos a las votaciones. En ellas se habló de que el Gobierno catalán quería un dispositivo policial similar al de “una jornada electoral normal”.

El comisario relató que el que fuera conseller de Interior de la Generalitat Joaquim Forn hizo unas declaraciones públicas que “no nos parecieron bien”, en las que decía que el dispositivo de los Mossos para el 1-O sería como el de “cualquier otra jornada electoral normal”. Los jefes del cuerpo autonómico expresaron sus quejas a Carles Puigdemont, Oriol Junqueras y Joaquim Forn en la reunión que mantuvieron el 28 de septiembre.

Quevedo está siendo investigado por un juzgado de instrucción de Cataluña, pese a lo cual y a tener derecho a no declarar o a seleccionar las preguntas que quiera responder, consintió en responder a todas las partes.

En respuesta a preguntas del fiscal Javier Zaragoza, el comisario recordó que tras el relevo de Jordi Jané al frente de Interior en julio de 2017, Forn se hizo cargo de sus funciones. “Hubo unas declaraciones del señor Forn que no nos parecieron bien, que no nos parecieron correctas”, en las que aseguraba que los Mossos “se comportarían el 1-O de la misma forma que una jornada electoral al uso, normal, y eso obviamente no nos parecía que fuera acorde con la realidad. Nosotros no podíamos actuar como en cualquier otra jornada electoral normal en una actividad política que había sido prohibida”.

“¿Expresaron sus quejas en alguna reunión?”, preguntó el representante del ministerio público. “Hubo quejas que hicimos patentes el 28 de septiembre al señor Puigdemont, a Junqueras y Forn”, en la reunión del Gobierno de la Generalitat con los cinco miembros de la cúpula de los Mossos para analizar el dispositivo preparado para la jornada del referéndum.

La reunión se produjo a instancias del mayor de los Mossos d´Esquadra, Josep Lluís Trapero. Nunca antes se había producido una reunión similar al más alto nivel entre miembros de la Generalitat y los mandos policiales autonómicos. Antes, el día 26 de septiembre, se produjo otra reunión a la que Quevedo no asistió, pero que contó con la presencia de Puigdemont, Junqueras, Forn y Trapero.

"Me transmitieron que les habían manifestado la preocupación del cuerpo de Mossos por la situación que había en general de tensión en el país, y les reafirmaron que indudablemente el cuerpo de Mossos iba a cumplir con su función como policía judicial. Me dijeron que no habían tenido éxito”, indicó. Esa fue la razón de que se convocara otra reunión para el día 28, relató el comisario: “Trapero me dice que la cosa no ha ido bien, y para que vieran que hay unidad de acción de los mandos, se convoca la reunión del 28".

Preguntado por lo que dijo cada uno de los asistentes a esa reunión, Quevedo explicó que “Forn no intervino, Junqueras dijo que creía que no habría ningún tipo de resistencia cuando los agentes intervinieran, que la gente iba a dejar que pacíficamente actuara, y el señor Puigdemont dijo que el Govern tenía un mandato que cumplir y que lo iban a llevar adelante; que entendían nuestras razones, pero que tenían un mandato avalado por las elecciones y que iban a llevar adelante sus planes”.

RIESGO DE ENFRENTAMIENTOS

En cualquier caso, el testigo se mostró convencido de que “es obvio” que los tres miembros del Govern que asistieron a esas reuniones “conocían que una cosa y otra”, es decir, celebrar el referéndum y cumplir el mandato judicial, “eran incompatibles", al tiempo que estaban informados de que un “escenario” de enfrentamiento con los agentes “era posible” durante el 1-O.

Aun con esas previsiones, la Brigada Móvil (los antidisturbios de los Mossos) no actuó en los centros de votación y eso fue así porque el 1 de octubre estuvieron ocupados en otros acontecimientos: “Una manifestación anarquista, una manifestación contra el referéndum, algunos enfrentamientos a los que tuvo que asistir, una concentración de Falange frente al Palau, el partido Barcelona-Las Palmas, que se realizó a puerta cerrada. Además, tenía que cubrir una manifestación que se preveía muy mayoritaria de la ANC para dar publicidad a los resultados del referéndum”, señaló el testigo.

CONSELLERÍA DE ECONOMÍA

Quevedo explicó que los Mossos pusieron en marcha el dispositivo `Ágora´ ante las instrucciones de la Fiscalía, que había ordenado impedir el referéndum, y a la vista del “clima de tensión que se vivía en Cataluña" y la posibilidad “bastante obvia” de que se pudieran generar “tensiones en la comunidad o conflictos entre colectivos antagónicos”. El objetivo era “proteger especialmente determinadas instituciones o personas".

En relación con los sucesos del 20 de septiembre ante la Consellería de Economía, el mando policial aseguró que su unidad tuvo que “improvisar un centro de coordinación para gestionar lo que iba sucediendo”. Admitió que "hubo requerimientos por parte de la Guardia Civil a los Mossos para darles apoyo” y facilitar la salida de la comitiva judicial.

El fiscal Zaragoza preguntó a Quevedo si tuvo conocimiento de la agresión a dos mossos de paisano que fueron confundidos por los manifestantes con guardias civiles durante la concentración del 20-S: "Sé que hubo algunos momentos de tensión, con lanzamiento de alguna botella, contra la línea policial", admitió el comisario. Hasta ahora no había habido reconocimiento explícito de actos violentos por parte de ningún responsable de los Mossos.

En lo relativo a lo sucedido ese 20 de septiembre en Economía, Quevedo reconoció haber sido “testigo de que hubo mucha confusión. No se sabía si (la secretaria judicial) quería salir con toda la comitiva, ella sola... Ello motivó que finalmente, por orden directa del mayor Trapero, le encargara a un mosso que hablara directamente con la letrada y le preguntara qué quería hacer".

En cuanto a la intervención de los Mossos el 20-S, el comisario dijo que “tuvo lugar a las 2 de la mañana y recuerdo que fue porque a través de las imágenes del helicóptero se veía que había individuos sacando objetos de los coches de la Guardia Civil. Eso fue lo que hizo que se activara la petición de intervención de los efectivos de orden público”.

El comisario explicó que el cuerpo autonómico no cerró ningún colegio ni se incautó de material necesario para la celebración del referéndum y aseveró que para dar cumplimiento a la instrucción del fiscal jefe de Cataluña habrían hecho falta 30.000 o 40.000 agentes. Pese a ello, defendió la presencia de una pareja de mossos en todos y cada uno de los centros de votación, que estuvieron dando información sobre lo que sucedía lo largo de toda la jornada y facilitaban conocer dónde hacían falta “otro tipo de recursos”.

Ya en el turno de las defensas el abogado de Forn, Javier Melero, preguntó al comisario por si el exconseller de Interior tuvo alguna influencia o dio alguna pauta al mando de los Mossos sobre cómo debía ser el dispositivo policial del 1 de octubre, a lo que Quevedo respondió que no.

El testigo explicó que fue el comisario Ferran López quien comunicó el mismo día 1 de octubre que el mecanismo de coordinación con la Policía y la Guardia Civil no iba a funcionar. Ese día el coordinador del dispositivo, el coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos, había convocado cuatro reuniones de coordinación de la cual se realizó la primera. Tras ella, Ferrán López “nos dijo ya no habría ninguna otra y que, a partir de aquel momento, la coordinación se establecería a través del contacto telefónico".

(SERVIMEDIA)
11 Mar 2019
SGR/ICG/caa/pai