Así lo afirma el sindicato en una nota difundida tras una reciente reunión con representantes de la CEE en Madrid. Para la asociación, el currículo integrado “contiene una parte de Enseñanzas Religiosas Confesionales y otra parte de Educación en Valores y exige que la Iglesia y el Ministerio de Educación puedan ponerse de acuerdo y secuenciar la Educación en Valores que debe impartirse en cada curso de la Educación Infantil, Educación Primaria, ESO y Bachilleratos”.

Según la asociación, la actual propuesta de reforma educativa es el “peor castigo” que se puede dar a familias y al alumnado por elegir Religión, y también castiga al profesorado de esta materia, “al dejar al aire sus puestos de trabajo”, y a la estabilidad laboral y profesional.

Así, el currículo integrado permitiría que el alumnado que elija Religión Confesional también estudiaría la Educación en Valores; y los que no quisieran la enseñanza religiosa, sólo cursarían Educación en Valores; por lo que estudiaría esta última asignatura “todo el alumnado, en todas las etapas educativas y en todos los cursos con idénticos horarios”.

Las asociación Apprece asegura que les preocupa “y mucho”, que no se den respuestas legales a dos problemas provocados por la Lomce y que la reforma presentada por el actual Gobierno, en opinión del sindicato, “no resuelve”, sino que los “agudiza”, provocando “una gravísima discriminación” a quienes estudian Religión. Para la asociación la reforma “deja en el aire cómo se van a regular las enseñanzas de Religión, diciendo que carecerán de alternativa académica y que no se va a tener en cuenta su calificación en el expediente académico”.

Estos problemas son que la materia tiene carácter optativo y no opcional y que se tenga que reducir el horario de los profesores de Religión, que deja la posible modificación de los contratos de los profesores en manos de la administración.

Los profesores de esta organización subrayan que la materia que imparten “tiene una dimensión ética, que favorece el desarrollo de la responsabilidad personal y social, las virtudes cívicas para el bien común de la sociedad, la solidaridad, la justicia y la paz”.