GARZÓN. LA DECLARACIÓN DEL MAGISTRADO REEDITA EL ENFRENTAMIENTO DE LAS "DOS ESPAÑAS"
- Partidarios y detractores del juez se enfrentan verbalmente entre gritos de "fascistas" e "iros a Cuba"
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La declaración como imputado del juez Baltasar Garzón despertó hoy un gran revuelo a las puertas del Tribunal Supremo, que derivó en enfrentamientos verbales entre los detractores y los partidarios del juez, acusado de un delito de prevaricación por su investigación sobre los crímenes del franquismo.
El magistrado, que llegó al Tribunal Supremo sobre las 12.00 horas fue recibido por una veintena de miembros de las asociaciones de memoria histórica que le aplaudieron entre gritos de "viva Garzón" y "libertad para Garzón".
El juez de la Audiencia Nacional accedió al Tribunal Supremo y, sin pasar el arco de seguridad, fue conducido por una escalera de servicio a la primera planta del edificio, donde, en la Sala de Causas Especiales, el instructor de su sumario, el magistrado Luciano Varela, le esperaba para tomarle declaración a partir de las 12.30 horas.
Mientras el artífice de la querella, el sindicato Manos Limpias, tenía preparadas un total de 150 preguntas para realizar a Garzón en su condición de acusación popular, fuentes jurídicas próximas al magistrado señalaron que el juez tiene previsto ofrecer "hechos, no argumentos", durante su declaración.
Al mismo tiempo, en el exterior, los miembros de las asociaciones para la recuperación de la memoria histórica apoyaban al magistrado. "Esto es un ataque a la democracia, en otros países se hacen monumentos a las víctimas, mis nietos tienen saber que fue una dictadura", señalaba Julián Rebollo, ex concejal de IU en Madrid y que estuvo internado durante el franquismo en la cárcel madrileña de Carabanchel.
"Es una vergüenza, una ignominia, Garzón no hizo más que consideraciones de tipo jurídico", explicó Fausto Canales, familiar de víctimas de la dictadura en El Escorial (Madrid).
El enfrentamiento llegó a su momento más tenso cuando el secretario general de Manos Limpias, Miguel Bernard, acompañado por una decena de simpatizantes, comenzó a ofrecer sus declaraciones al gran número de medios de comunicación congregados en el exterior del Tribunal Supremo.
Cuando Bernard se situó frente a las cámaras, varios personas colocaron a su espalda fotografías de desaparecidos del franquismo así como dos pancartas en las que se podía leer: "Más jueces como Garzón" y "Franquismo 1, Justicia 0".
En ese momento, partidarios y detractores del juez empezaron a increparse, y los gritos de "fascistas" eran contestados por los acompañantes de Bernard con frases como "iros a Cuba". Mientras tanto, las palabras que Bernard ofrecía a los periodistas eran acompañadas por el himno de España, interpretado por un anciano que tocaba la armónica.
Bernard aseguró que la declaración de Garzón como imputado era "un triunfo de la democracia" y añadió que la sociedad española necesitaba "una actuación ejemplarizante". "Garzón utiliza la Audiencia Nacional con fines propios, esperamos que se produzcan brotes verdes que regeneren la justicia y que se demuestra que no hay nadie por encima de la ley", señaló el secretario general Manos Limpias.
Finalmente, y a la espera de que Garzón abandonase el Tribunal Supremo, los ánimos se fueron calmando e, incluso, el anciano que había tocado el himno de España se acercó a los activistas pro memoria histórica para interpretar con su armónica "La Internacional".
(SERVIMEDIA)
09 Sep 2009
DCD/isp