Hernández de Cos, nuevo presidente del Comité de Supervisión Bancaria de Basilea
- España gana poder en instituciones bancarias internacionales, tras el nombramiento de Campa en la EBA y Guindos en el BCE
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El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, presidirá el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea en sustitución de Stefan Ingves, su homólogo en el Banco Central de Suecia, por un mandato de tres años, renovable por otra vez, informó hoy el organismo.
Su elección ha sido decidida por el Grupo de Gobernadores y Jefes de Supervisión, presidido por Mario Draghi, y refuerza la presencia que está adquiriendo España en las instituciones más importantes para la banca tras los años aciagos donde el sector estuvo bajo sospecha por la crisis y que, junto a la recesión económica, pasó factura precisamente en los cargos internacionales ocupados por españoles.
La promoción de Hernández de Cos al llamado supervisor de supervisores, que dicta las regulaciones en materia bancaria que acaban imponiéndose en el mundo, tiene de hecho lugar después del reciente nombramiento del exsecretario de Estado de Economía José Manuel Campa para presidir la Autoridad Bancaria Europea (EBA) y la entrada el pasado año también del exministro de Economía Luis de Guindos en la Vicepresidencia del BCE.
El país cobra así influencia y máxima representación en el supervisor de supervisores internacional, además del regulador bancario europeo, que analiza la fortaleza de la banca frente a crisis con sus test de estrés, y la autoridad supervisora y monetaria común, que lidera Draghi.
El Comité de Supervisión que liderará Hernández de Cos inició su actividad en 1975 y el Banco de España es miembro de pleno derecho desde febrero de 2001.
En la actualidad está integrado por 45 miembros (gobernadores de bancos centrales y autoridades con responsabilidades en supervisión bancaria) de 28 jurisdicciones, además de por nueve observadores, que incluyen tanto jurisdicciones como organismos internacionales.
El Comité del organismo es responsable de diseñar los estándares de regulación bancaria a escala mundial, que, si bien no son legalmente vinculantes, se implantan en las distintas jurisdicciones por el compromiso de sus miembros para adoptarlos.
Al tiempo, el Comité es un foro para la cooperación en materia de supervisión bancaria, de forma que "su objetivo principal es fortalecer la regulación, la supervisión y las prácticas bancarias a escala internacional, con el fin de mejorar la solvencia, la liquidez, la gobernanza y la gestión de los riesgos de los bancos, y contribuir a una mayor estabilidad financiera", detalló el Banco de España.
Para el ejercicio de esta función el Comité intercambia información sobre el sector bancario, identificando nuevos riesgos, así como sobre prácticas supervisoras, para favorecer un entendimiento común y mejorar la cooperación entre jurisdicciones.
El Grupo de Gobernadores y Jefes de Supervisión que ha confiado la responsabilidad a Hernández de Cos es el órgano de control del Comité de Supervisión Bancaria de Basilea y refrenda las decisiones de mayor importancia.
Junto a España, forman el comité responsables de Alemania, Arabia Saudí, Argentina, Australia, Bélgica, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, Hong Kong, India, Indonesia, Italia, Japón, Luxemburgo, México, Países Bajos, Reino Unido, Rusia, Singapur, Sudáfrica, Suecia, Suiza, Turquía y Unión Europea (Banco Central Europeo y Mecanismo Único de Supervisión).
El organismo ha estado en el corazón de las reformas regulatorios promovidas tras la crisis, siendo una de las más importantes el marco de capital conocido como Basilea III, que ha multiplicado la exigencia de colchones de capital y liquidez a la banca para evitar nuevos colapsos de bancos y garantizar que si ocurriesen sus quebrantos no vuelven a sufragarlos los bolsillos de los contribuyentes.
Según subrayó el Banco de España, el nombramiento de Hernández de Cos se produce en un momento "particularmente relevante" al encontrarse en plena implantación de esas normas de Basilea III y debe vigilar que se aplican "de manera consistente, y dentro de los plazos acordados" en el conjunto de entidades y países que los adoptarán.
Sus cometidos van, de hecho, desde el establecimiento de los estándares de regulación y supervisión bancarias, la creación de guías y mejores prácticas, a vigilar su adecuada implementación y analizar posibles fallos o mejoras.
El organismo se coordina para todo ello con otras instituciones que promueven estándares financieros internacionales, así como con bancos centrales y supervisores de jurisdicciones que no son miembros del Comité.
(SERVIMEDIA)
07 Mar 2019
ECR/caa