Según informó la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en términos ajustados el beneficio fue de 26,6 millones, un 37,8% inferior al del año anterior.

Por su parte, el beneficio bruto de explotación (Ebitda) se redujo hasta los 57,9 millones de euros, un 30,7% inferior al de 2017.

El importe neto de la cifra de negocios fue de 324,4 millones, un 15,6% inferior al de 2017.

La compañía atribuye la caída en sus resultados a la menor actividad de fabricación, aunque asegura que se mantienen los calendarios de ejecución establecidos. A este respecto, explica que están coincidiendo las últimas etapas del proyecto Meca-Medina y las primeras etapas del proyecto para el suministro de nuevos trenes AVE a Renfe.

A pesar de los menores ingresos en 2017 y 2018 por la poca coincidencia industrial de estos proyectos, Talgo espera que el incremento de actividad en el proyecto de Renfe impulse el crecimiento de los ingresos en los siguientes trimestres.

Los mercados internacionales representaron el 48% de los ingresos de la compañía en 2018, principalmente apoyados por proyectos de mantenimiento en países como Kazajstán, Uzbekistán y Rusia y los proyectos de fabricación de Meca-Medina.

En 2018 Talgo firmó nuevos pedidos por valor de 176 millones de euros. En la nueva contratación destaca principalmente el proyecto adjudicado en febrero de 2018 por Renfe para la conversión de los trenes hotel Talgo en composiciones AVE. El alcance del contrato comprende la conversión de 156 coches (equivalentes a 13 trenes) por un importe total de 107 millones.

La caja generada en 2018 permitió el desapalancamiento total de la compañía, alcanzando una posición de caja neta de 104 millones de euros. La deuda bancaria bruta asciende a 277 millones.