La primera etapa de la recuperada vida en libertad de ‘Carla’ se desarrollará en un recinto de 500 metros cuadrados dentro de un cercado de alta densidad de conejos de campo -principal alimento del lince ibérico-, donde permanecerá durante tres semanas, según informó este miércoles el Ministerio para la Transición Ecológica.

Superado este periodo, denominado ‘suelta blanda’, ‘Carla’ podrá salir a un recinto mayor de unas 17 hectáreas, donde será sometida a un seguimiento a través del dispositivo GPS instalado en su collar con el fin de comprobar su comportamiento y su nivel de adaptación al nuevo medio.

Con esta suelta, el lince ibérico regresa al Cabañeros, “uno de sus habitas más genuinos”, como declaró el director de este parque nacional, Ángel Gómez Manzaneque el día de su nombramiento, el pasado mes de octubre.

Se culmina así un proceso que se inició en 2014 con la identificación de las dos zonas más adecuadas para mejorar las poblaciones de conejos y que fueron localizadas en los parajes de Anchurones y Mancho Portugués-Viñuela-Labradillos, donde se han soltado 4.200 conejos de campo desde 2018 en los cercados de reproducción construidos a tal efecto.

Se han creado vivares, pastores eléctricos, siembras, vivares de dispersión, cercados y sueltas de conejo de magnitud suficiente para crear un espacio que reúna las características necesarias para el asentamiento del lince ibérico.

‘CARLA’

Esta hembra de lince ibérico pertenece a la población autóctona de Sierra Morena, donde ocupó el territorio materno hasta que fue desplazada, probablemente por hembras más jóvenes. Ha sido capturada, recuperada y se le ha dado suelta en diversas ocasiones. Se tiene constancia de que se ha reproducido dos veces y ha sacado adelante a dos cachorros cada vez.

El pasado mes de diciembre fue localizada en un mal estado físico en las proximidades del embalse de La Fresneda (Viso del Marqués, Ciudad Real), a 35 kilómetros del su último territorio conocido. Fue capturada y trasladada al Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre (CRFS) de El Chaparrillo, en el Centro de Investigación Agroambiental de la Consejería de Agricultura de la Junta de Castilla-La Mancha, donde ha acabado su rehabilitación.

Los objetivos de su suelta son asegurar una mejor calidad de vida en la etapa final de su vida, que sus marcas olorosas y físicas sirvan de reclamo a otros individuos de su especie que podrían instalarse en la zona y que actúe como vigilante del cercado, reduciendo así la presencia de masocarnívoros y favoreciendo el aumento de la población de conejos silvestres.