Así lo dijo Sebastián Mora, ex secretario general de Cáritas y profesor de la Universidad Pontificia de Comillas, que participa en este congreso y que destacó que "la cooperación perdió la inocencia hace años. La ética de los cooperanates y de las ONG tiene que ir acompañada de la transparencia, porque sin transparencia no hay ética".

Asimismo, enfatizó que "hacer coooperación no nos da el sello de ser buenos. La cooperación hay que trabajársela" de forma coordinada y profesional.

Mora advirtió también de que se está produciendo "un cambio en los parámetros de la acción humanitaria y de la cooperación al desarrollo, como estamos viendo en Venezuela, en donde la ayuda está generando un conflicto".

En este sentido, explicó que la cooperación debe basarse en los derechos humanos y no en el humanitarismo, porque si no "desvirtuamos la acción humanitaria", como se hizo con el caso del 'Aquarius'.

Mora también abogó por "demostrar que las personas que trabajamos en acción humanitaria lo hacemos mejor que otros organismos internacionales".

Guillermo López, director del área logística humanitaria de Farmacéuticos Mundi, reforzó con sus palabras el mensaje que había dado Mora. "No podemos seguir trabajando como lo estábamos haciendo hasta ahora. Es necesaria una mayor coordinación. 10.000 organizaciones con muy buenas intenciones no pueden trabajar a la vez en una situación de emergendo. El cambio de paradigma en la acción humanitaria es urgente", concluyó.

Por su parte, Cristina Antolín, priora de la Congregación Santo Domingo y que lleva más de 30 años trabajando como médico en África, denunció la injusticia que supone tener acceso a los tratamientos y a los medicamentos o no tenerlo según en dónde de haya nacido, y detalló cómo se están incrementando los casos de cáncer en Camerún, "donde los tratamientos de quimioterapia son prohibitivos".