Los secretarios generales de Madrid de ambos sindicatos, José Miguel López Reillo (UGT) y Jaime Cedrún (CCOO), anunciaron esta mañana en una rueda de prensa su adhesión a la manifestación del 8 de marzo, Día de la Mujer, y los paros laborales convocados para las distintas empresas. A diferencia de otros sindicatos, los dos mayoritarios optaron un año más por los paros de dos horas.

No obstante, sí han convocado huelga de 24 horas en algunos sectores como la sanidad pública y privada madrileña, la educación, administración local y regional, las residencias de tercera edad o entes públicos como Telemadrid y Metro de Madrid, cuyos trabajadores serán llamados a la huelga general durante toda la jornada.

Entre sus reivindicaciones -a las que se incorporan las del movimiento feminista- está el salario mínimo de mil euros en 14 pagas o la firma del acuerdo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre las trabajadores del hogar, a quienes no se reconoce aún las vacaciones pagadas o derecho al desempleo.

Según dijo la secretaria de Igualdad de UGT-Madrid, Ana Sánchez de la Coba, son “los sectores más feminizados los más precarizados”, lo que hace que la brecha salarial de género ronde los 5.800 euros, según datos de los sindicatos en base a la Agencia Tributaria.

El secretario general madrileño de UGT también enfatizó en la necesidad de que las empresas, independientemente de su tamaño, elaboren planes de igualdad. “Están pagando a las trabajadores menos dinero, que se traduce en menos ingresos a la Seguridad Social y menos IRPF; a la patronal no le interesa entrar en este tema porque es mucho dinero”, dijo López Reillo.

Desde CCOO, Jaime Cedrún aseguró que la mayoría de trabajadores y trabajadoras tendrán “cobertura legal de dos y 24 horas”, ya que otras plataformas sindicales sí han convocado paro general de toda la jornada. No obstante, lamentó que hacer huelga de 24 horas “a muchas compañeras les puede costar más que el descuento”.

La secretaria de Mujeres de CCOO en Madrid, Pilar Morales y Pacheco, subrayó que la huelga del 8M del año pasado permitió “hacer un diagnóstico” de la situación de las mujeres, al tiempo que pidió ir a más este año. “Vamos a abrir debates un poquito más duros”, avanzó.

UNA HUELGA “AL USO”

El secretario general de UGT-Madrid, Luis Miguel López Reillo, defendió que en próximas ediciones la huelga del 8 de marzo se convierta en “una huelga al uso”, ya que, dijo, esta vez los piquetes serán informativos y no se impedirá el libre acceso al puesto de trabajo para los que decidan hacerlo.

“Podría y debería ser una huelga al uso”, defendió el sindicalista, aunque no terminó de aclarar a qué se refería con este término. Por último todos los sindicalistas, tanto de UGT como CCOO, pidieron que “nadie dude de que estamos muy unidas a las feministas”.