Así lo afirmó en una entrevista en RNE recogida por Servimedia, en la que señaló que en la patronal no comparten la intención del Ejecutivo de recurrir al real decreto ley, al considerar que esta figura debe utilizarse solo en “temas extraordinarios y de urgente necesidad”.

Además, consideró que es menos adecuado aun aprobar reales decretos “en momentos ya electorales” y recordó que, al contrario que un proyecto o una proposición de ley, que se pueden modificar y contar con distintas aportaciones, el real decreto ley “es un lo tomas o lo dejas” y que en ocasiones se utilizan los llamados decretos ‘ómnibus’ para mezclar todo tipo de materias.

En este sentido, preguntado por los efectos que podría tener la aprobación de un real decreto para hacer cambios en la reforma laboral, Garamendi se mostró convencido de que habría una contracción del mundo laboral. “Que nadie lo dude”, aseguró, añadiendo que “no estamos en la misma situación que hace uno o dos años, no solo a nivel español; nos afecta la guerra comercial entre Estados Unidos y China, no sabemos el daño que el Brexit nos puede hacer; el tema catalán está encima de la mesa, que es el 20% del PIB español…”. En la misma línea, agregó que en el futuro subirán los tipos de interés y que actualmente la deuda española se sitúa en el 97%, estando gran parte de ella en manos extranjeras.

En cualquier caso, señaló que la patronal mantiene “el canal abierto con el Gobierno siempre” y que aunque no comparte algunos planteamientos del Ejecutivo su trato con la ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, Magdalena Valerio, “es excelente” y con un contacto “fluido”.

REFORMA LABORAL

Preguntado sobre los elementos de la reforma laboral en los que la patronal podría estar de acuerdo en modificar, Garamendi citó el control de horarios, aunque indicó que “se está planteando matar moscas a cañonazos” con la intención del Gobierno de implantar un control de la jornada, ya que, según el líder de los empresarios, “una ley estricta” sobre este tema sería “incompatible” con la conciliación familiar y recordó que en ocasiones anteriores los propios trabajadores rechazaron la idea de fichar al considerar que va contra su libertad. Por ello, abogó por tratar este tema en la negociación colectiva.

Asimismo, también se refirió a elementos como la subcontratación y la ultractividad como cuestiones técnicas y detalles que tienen mucha importancia y que son subsanables si se llega a un acuerdo sobre ellos.

Por otro lado, preguntado por la intención del Gobierno socialista de aprobar un plan para ayudar a los desempleados de larga duración mayores de 52 años, el presidente de la CEOE afirmó que “por supuesto hay que ayudar a la gente que no puede trabajar, estamos en un país social y democrático de derecho” pero que “el problema es que se mete ese tema con otros que son más del día a día” en un real decreto “ómnibus” y que además hay que ver el coste de esa medida.

En cuanto a la manera de combatir la precariedad de los trabajadores, Garamendi apuntó que “la reforma laboral más que hacer que mucha gente tuviera que dejar el empleo, consiguió que muchas empresas sobrevivieran, y esas son las que están creando el empleo”, pero reconoció que “hay ciertas bolsas de precariedad” que se podrían arreglar con medidas en el ámbito de la subcontratación.

PACTO DE TOLEDO

Por último, sobre la falta de acuerdo de la Comisión del Pacto de Toledo en materia de pensiones, el representante de los empresarios mostró su “tristeza” sobre la ruptura del acuerdo, al señalar que dicha comisión “iba encarrilada” pero que “es evidente que se convocan elecciones y todos los cuarteles de los partidos levan armas y ahora nos vamos a enterar de todo lo que nos divide, lo mucho que nos espera y lo poco que nos une”.

“Es una pena porque es un tema que debería ser ajeno al vaivén electoral”, prosiguió Garamendi, quien apuntó que la reforma del sistema de pensiones para garantizar su sostenibilidad “no es algo que se pueda legislar en solitario, sino algo en lo que todos debemos estar implicados” y que “el Pacto de Toledo debería marcar el camino a recorrer porque es clave un pacto de Estado”.