Así lo manifestó en la inauguración del primer Curso de mediación comunitaria para supervivientes de la trata impulsado por la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida (Apramp) y la UNED, que ofrecerá una titulación a 31 víctimas.

Llop agregó que dicha ley deberá estar “suficientemente dotada económicamente para que estas medidas sean eficaces” y contemplar la labor de organizaciones como Apram para acabar con “una de las crueldades más graves que puede sufrir un ser humano”.

Llop también reconoció la “dimensión social y el compromiso con los derechos humanos” mostrados por la UNED, que permitirá a 31 mujeres “supervivientes” formarse como mediadoras comunitarias, y evidenció la trayectoria de la Delegación del Gobierno en el impulso de normativas en este ámbito desde 2008.

A este respecto, la delegada del Gobierno consideró una “prioridad en la prevención” la reducción de la demanda y abogó por avanzar hacia la consolidación de la mediación comunitaria como un instrumento de colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para “detectar e identificar” a las víctimas.

“Un momento en el que las organizaciones de mujeres y de la sociedad civil juegan un papel fundamental”, puntualizó, al tiempo que defendió que la mediación por parte de mujeres supervivientes de estos crímenes permite un acercamiento “más eficaz y empático a las víctimas e incrementa su confianza en las instituciones y en los procedimientos”. Llop calificó de “éxito” este curso en el camino hacia la inserción sociolaboral de las víctimas de trata.

En la misma línea, la presidenta y fundadora de Apramp, Rocío Nieto, admitió el valor de esta acción formativa para demostrar que estas mujeres “son capaces de sacarse una titulación y ser consideradas” en el seno de una sociedad que todavía “las desprecia”.

Nieto se mostró convencida de que la trata es otra forma de violencia de género y exigió un Pacto de Estado, para, a continuación, afirmar que los protocolos existentes en este sentido son “importantísimos para seguir trabajando en red”.

“La sociedad tiene que concienciarse de ello y creer en ellas como creen determinadas organizaciones y gobiernos”, añadió, augurando que el apoyo de la UNED a este proyecto “animará” a más universidades en este sentido.

Al acto asistieron las 31 futuras alumnas, provenientes de Venezuela, Rumanía, Brasil, Paraguay o Perú, y en su nombre tomó la palabra Diana, mediadora de Apramp con nueve años de experiencia en la identificación de víctimas y en la intervención en su proceso de recuperación.

Diana les recordó que el conocimiento “es poder, y si yo tengo conocimiento, puedo defender mis derechos”. “Somos personas y nuestra experiencia personal nos avala en el trabajo”, reivindicó antes de agradecer a la Delegación del Gobierno y a la UNED que hayan “creído” en estas mujeres, a las que instó a creer en ellas mismas.

El rector de la UNED, Ricardo Mairal, definió a esta institución académica como una “gran fábrica de sueños”. “Hoy comienza un gran proyecto y es un gran honor estar al frente y articularlo”, aseveró, para, a continuación, explicar que esta apuesta de la UNED permitirá, además, dar cumplimiento a varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 y es un ejemplo de que se trata de una universidad “social, solidaria y cercana”.

Finalmente, el director del curso, Miguel Melendro, detalló que el curso, que arrancará el próximo lunes y se prolongará hasta el 31 de octubre, cuenta con 18 créditos universitarios que se desarrollará a lo largo de 450 horas de trabajo e incluye videoclases impartidas por expertos y prácticas formativas.