Así lo explicó este miércoles la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, cuyo departamento trabaja ya en el desarrollo de dicha agenda en colaboración con el Ministerio de Cultura y Deporte.

Maroto, que participó a través de un vídeo, en la inauguración del acto de presentación del 'Libro Blanco del Desarrollo Español de Videojuegos 2018', subrayó que se trata de una industria caracterizada por su “dinamismo, creatividad y transversalidad” y que desempeña un “papel clave” en la transformación digital de la economía.

Según Maroto, la industria del videojuego es “fuente de riqueza y empleo joven, de elevada cualificación y proporciona unas perspectivas profesionales inmejorables”. Junto a ello, valoró su “vocación global” y defendió su contribución a impulsar la “competitividad y crecimiento” de la economía española.

“España es uno de los principales mercados del videojuego a nivel mundial pero es necesario que sigamos avanzando”, admitió, para, a continuación, instar a "trabajar juntos para que esta industria ocupe el lugar que se merece”.

En el acto de presentación de este trabajo, auspiciado por la Asociación Española de Empresas Productoras y Desarrolladoras de Videojuegos y Software de Entretenimiento (ADEV) estuvo presente el ministro de Cultura y Deporte, José Guirao, quien se mostró “convencido” del “carácter estratégico” que tiene para España este sector “en una economía del siglo XXI”.

“Una industria cultural que incorpora lo mejor de otras artes y tiene un factor importantísimo que es la interactividad”. “Al igual que el cine y la literatura, transmite valores, ideas y provoca emociones, constituye un nuevo vehículo para la ficción y supone una aportación propia de nuestro tiempo a la forma narrativa”, abundó.

Asimismo, animó al sector a “ir hacia la paridad”, dado que las mujeres representan solo el 20% de desarrolladores, por lo que estimó “fundamental” aumentar su presencia. “En la medida en que seamos capaces de usar esa industria para impulsar la innovación en otras industrias, estaremos cumpliendo con los nuevos fines de una economía e industria cultural del siglo XXI con la innovación como motor de desarrollo y competitividad”, agregó.

Para Guirao, “apretar tornillos lo puede hacer mucha gente, ser genios de la creación y la tecnología no lo puede hacer tanta gente”, por lo que apostó por “ser competitivos no solo en la tecnología y la creatividad, sino también en la calidad del empleo”.

El ministro realizó un repaso por las claves del Libro Blanco y afirmó que la “primera debilidad que podemos convertir en fortaleza es que más del 80% son microempresas”, una circunstancia que “hay que superar” dado que la competencia en el mercado exterior “es brutal y se tiene que hacer con estructuras más potentes”.

Guirao reconoció que la falta de financiación es otra de las debilidades del sector, y recordó que, “por primera vez”, el proyecto de Presupuestos introduce una “modesta pero importante” partida de 2,5 millones de euros. No obstante, manifestó la necesidad de impulsar sectores industriales “sólidos y autosuficientes que necesiten al Estado para crecer y mejorar pero no para sobrevivir”.

Por su parte, la consejera delegada de ICEX, María Peña, compartió su “compromiso” con un sector “dinámico y creativo” que apuesta por la internacionalización como muestra el hecho de que, en 2017, el 67% de sus ingresos provino de mercados internacionales, lo que supone un incremento del 10% respecto a 2016. Entre los “retos” del ICEX para apoyar al videojuego español, destacó la ayuda para abrir nuevos mercados “de interés” como Corea del Sur o China.

Finalnente, el presidente de la Asociación de Empresas Productoras y Desarrolladoras de Videojuegos (DEV), Luis Quintans, agradeció a ambos organismos su “apoyo con hechos” a una industria que en 2017 facturó 713 millones de euros, un 15,6% más que en 2016, y que espera alcanzar los 1.630 millones en 2021.

Según el informe, de las 455 empresas que se dedican al desarrollo y producción de videojuegos en España, el 81% se creó en los últimos diez años y Cataluña es el principal “polo” de la industria.

En su quinta edición, el Libro Blanco del Desarrollo Español de Videojuegos propone 10 medidas para incentivar la economía de la industria de desarrollo de videojuego en 201 que incluyen la necesidad de aprovechar los efectos del ‘Brexit’ mediante la realización de campañas institucionales para atraer a España a empresas británicas y profesionales españoles que se “expatriaron”.

Asimismo, apuesta por establecer un incentivo fiscal a la producción de videojuegos, diseñar un esquema de reinversión de las multinacionales en el videojuego español, dar continuidad a los programas de ayudas al sector, mejorar los mecanismos de acceso a deducciones fiscales por actividades de I+D+I.

Además, admite la necesidad de profesionalizar e internacionalizar las empresas pequeñas, fomentar la creación de empleo, atraer a inversores, aumentar la presencia en el mercado chino e impulsar un “gran evento” de mercado en España.