El representante del Ministerio Público, que reclama también a los acusados una indemnización de 600 euros a cada de las cuatro víctimas y les imputa un delito contra los derechos fundamentales, pide que de forma alternativa se les condene a 10 meses de prisión por un delito contra la integridad moral.

Los hechos sucedieron en marzo de 2016 con motivo del partido de vuelta de los octavos de final de la Champions contra el Atlético de Madrid, que se disputó en el estadio Vicente Calderón. La Policía acabó deteniendo a media docena de aficionados del equipo holandés.

Los hinchas se hallaban a la altura del número 7 de la calle de Espoz y Mina, una de las que desembocan en la Puerta del Sol, destrozando los vehículos aparcados y agrediendo a los viandantes. Se trataba de un grupo de unas 25 personas que se dedicaban a tirar contenedores por toda la zona de Centro. Varios viandantes avisaron a la Policía, que desplegó varias patrullas y arrestó a los alborotadores. Los detenidos eran todos de nacionalidad holandesa y tenían en ese momento entre 21 y 48 años, estaban bebidos y mostraban una actitud violenta.

Antes del partido, algunos aficionados del equipo holandés habían protagonizaron altercados con unas mujeres indigentes de origen rumano en la Plaza Mayor, a las que jalearon e insultaron mientras les lanzaban monedas, por lo que ahora la Fiscalía les pide un año de cárcel.