El Gobierno cifra en dos décimas el impacto negativo en la economía española por el mayor esfuerzo para cumplir el objetivo de déficit del 1,3%
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La secretaria de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, Ana de la Cueva, indicó este martes que el mayor esfuerzo fiscal a realizar por España para cumplir con el objetivo de déficit del 1,3% tendrá un impacto negativo de dos décimas en el crecimiento del PIB español en 2019, reduciendo su previsión de un 2,4% a un 2,2%.
Así lo señaló durante su comparecencia en la Comisión de Presupuestos del Congreso de los Diputados en relación al proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2019, en la que defendió que las cuentas públicas se asientan sobre un escenario macroeconómico “realista y prudente”, con un crecimiento robusto y una sólida creación de empleo, en línea, según subrayó, con las previsiones de organismos como la OCDE, la Comisión Europea y el Banco de España.
En su intervención, la secretaria de Estado afirmó que la consolidación fiscal que tendrá que acometer España en 2019 es “la más exigente de la UE” para cumplir el objetivo de déficit del 1,3% y que el Ejecutivo hubiera preferido que fuera del 1,8%. Por ello, advirtió sobre el impacto negativo de ese mayor ajuste fiscal tanto en el crecimiento del PIB como en la creación de empleo, así como en la demanda nacional, aunque sobre este elemento también señaló que la moderación se verá compensada por “el impacto positivo” de algunas medidas como el aumento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI).
Por otro lado, De la Cueva destacó la necesidad de acelerar la corrección de desequilibrios, entre los que mencionó el alto endeudamiento público, la tasa de paro, la desigualdad y la baja productividad.
En relación al alto nivel de endeudamiento público, De la Cueva recordó que en 2014 superó el 100% del PIB y criticó que el Gobierno del PP “obvió cualquier esfuerzo fiscal estructural” dejando la reducción del endeudamiento al ciclo económico. “El resultado fue una nimia reducción en el periodo 2014-2017”, criticó.
Por ello, afirmó que “el actual nivel de deuda conlleva un gasto financiero cercano a 30.000 millones anuales”, lo que supone “el doble del gasto en infraestrcuturas, el triple de la protección medioambiental y la mitad del gasto sanitario”. En esta línea, advirtió de que el gran volumen de recursos destinado al pago de la deuda atenta contra la solidaridad intergeneracional al “lastrar los recursos y la capacidad redistributiva para las generaciones futuras”.
En este sentido, abogó por reforzar el ánimo reformista y aseguró que el proyecto de Presupuestos y el actual ciclo económico son “una buena oportunidad para disponer de una economía más resistente ante futuras crisis económicas con una mayor potencia redistributiva”.
(SERVIMEDIA)
29 Ene 2019
IPS/caa