En una rueda de prensa para la presentación de sus previsiones económicas para España para el periodo 2019-2021, el director general de Funcas, Carlos Ocaña, y el director de coyuntura, Raymond Torres, señalaron que la rebaja en la previsión de crecimiento del PIB para 2019 se debe al deterioro del sector exterior.

En concreto, desde Funcas consideran que el sector externo detraerá tres décimas de crecimiento por el menor aumento de las exportaciones debido al “incierto entorno internacional”. En este sentido, apuntaron que ya en 2018 este sector restó cinco décimas por la fuerte desaceleración de las exportaciones de bienes y servicios, turísticos y no turísticos.

De esta forma, señalaron que la demanda nacional mantendrá “un ritmo fuerte” de crecimiento, de en torno al 2,4% en 2019, sobre todo gracias a la inversión, pero que dicho crecimiento no compensará la peor evolución de las exportaciones netas, de forma que el superávit externo se reducirá al 0,8% en 2019 y podría caer al 0,5% en 2021.

Por otro lado, los representantes de Funcas indicaron que la ralentización de la economía “dificultará el cumplimiento de los objetivos de déficit”, que sitúan en el 2,1% en 2019, por encima del objetivo del 1,3%, y en el 1,9% tanto para 2020 como para 2021, también muy por encima de los objetivos fijados. Sobre esta cuestión, Ocaña y Torres explicaron que la estimación de un 2,1% de déficit para 2019 está realizada sobre un escenario de prórroga presupuestaria para todo el año, pero con la entrada en vigor ya producida de algunas medidas como la subida del Salario Mínimo Interprofesional y las cotizaciones sociales y la revalorización de las pensiones.

DESACELERACIÓN

Así, Funcas estima que la desaceleración de la economía se mantendrá al menos hasta 2021, año para el que calcula un crecimiento del 1,7%, tras el 1,8% que prevé para 2020. Sobre este punto, Ocaña aseguró que “los vientos de cola” que en los últimos años ayudaban al crecimiento de la economía española, “ahora están soplando en otras direcciones que no apoyan tanto el crecimiento”, mencionando en este sentido la subida de los tipos de interés y del precio del petróleo y el menor vigor de los países a los que exportamos.

En lo que respecta al paro, Funcas prevé que en 2019 la tasa cierre en el 13,9%, mientras que espera un 12,7% para 2020 y un 11,6% para 2021. En cuanto a la deuda pública, la estimación de Funcas es que en 2019 baje al 95,9%, en 2020 lo haga al 94,8% y en 2021 cierre en el 93,6%.

REFORMAS

Sin embargo, Ocaña aseguró que “el futuro no está escrito” y que la situación dependerá de la orientación de la política económica, destacando que España debe mejorar su posición exportadora, para lo que señaló como clave aumentar la productividad, que según explicó, “no ha evolucionado bien en los últimos años, con crecimientos anuales del 0,3%, la mitad que la media de la zona euro, y se quedó estancada en 2018.

Para conseguir dicha mejora de la posición exportadora y aumento de la productividad, Funcas aconseja acometer reformas que mejoren el funcionamiento del mercado laboral, reduciendo la temporalidad del empleo; equilibrar el sistema de pensiones; y promover la inversión en nuevas tecnologías, innovación y educación. En ese sentido, además, Ocaña resaltó que las reformas a implementar deben enfocarse a atacar el paro y el endeudamiento público, al considerar que son los dos principales problemas de la economía española.

Así, preguntado por medidas concretas a tomar en el ámbito laboral, Torres abogó por una mayor eficacia de las políticas activas de empleo, haciendo que vayan ligadas a incentivar empleo estable y la contratación de parados de forma permanente. Asimismo, también recomendó que la protección al despido no esté tan ligada al momento en el que se produce, poniendo como ejemplo el modelo de la mochila austríaca, y reducir así la brecha entre la protección del despido estable y el temporal, por lo que abogó por implementar en España un sistema híbrido.

En referencia al escenario internacional, Torres destacó la importancia que supone Reino Unido para España, ya que nuestro país mantiene un superávit de entre 7.000 y 10.000 millones de euros, por lo que la ralentización de la economía británica a causa del Brexit podría tener un impacto negativo en la economía española. Además, también subrayó el impacto de las tensiones comercioales entre las dos principales economías mundiales, EEUU y China, y el enfriamiento de los mercados internacionales.