Así se pronunció el Rey durante su discurso de la Pascua Militar, un acto celebrado en el Palacio Real de Madrid al que asistieron la reina Letizia, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y los ministros de Defensa e Interior, Margarita Robles y Fernando Grande Marlaska, respectivamente.

También estuvieron presentes el jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), general Fernando Alejandre, los jefes de Estado Mayor del Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, el director general de la Guardia Civil, Félix Azón, el director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Félix Sanz Roldán, y otras autoridades civiles y militares.

Felipe VI llegó pasadas las 12.00 horas al Palacio Real acompañado por la reina Letizia y ataviado con el uniforme de capitán general del Ejército de Tierra para presidir su quinta Pascua Militar como Rey.

El Rey comenzó su discurso recordando la conmemoración del 175 aniversario de la extesnión a todos los cuerpos del Ejército, durante el reinado de Isabel II, del uso de la bandera española, establecida para la Armada por Carlos III desde 1785, ratificándola así definitivamente como bandera de España.

Esto le sirvió para recordar que la bandera, regulada en el artículo 4 de la Constitución, simboliza "al conjunto de nuestra nación" al ser signo de su "soberanía e independencia, de su unidad e integridad".

Una bandera "de todos", dijo el Rey, cuyo escudo refleja "nuestra historia y diversidad, y que representa "nuestra confianza en el futuro, nuestro deseo de seguir construyendo una sociedad libre y democrática", según lo establecido en la Constitución de 1978.

Subrayó que los 40 años de democracia en España serían incomprensibles sin "la profunda identificación" de los miembros de las Fuerzas Armadas con el espíritu de la Carta Magna, lo que permitió asimilarles a los estándares europeos y de la OTAN.

"El compromiso de todos ellos con los valores democráticos ha sido indispensable, junto al de las demás instituciones del Estado, para la consecución y el mantenimiento de la estabilidad y la seguridad de España", aseveró.

Reconoció a los militares que "siempre hayan cumplido su deber con honor, lealtad y abnegación en defensa de la seguridad y libertad de todos los españoles y de sus instituciones democráticas".

Un empeño, continuo Felipe VI, que "no ha sido fácil", debido al azote que el terrorismo causó a los militares y guardias civiles y que fue derrotado con el "apoyo" de la sociedad y la "legitimidad y firmeza" del Estado de Derecho.

Por ello, rindió homenaje a aquellos militares y guardias civiles víctimas del terrorismo y a aquellos que fallecieron en acto de servicio, quienes "serán siempre un estímulo para nosotros y su recuerdo estará siempre en el corazón de los españoles".

30 ANIVERSARIO MISIONES INTERNACIONALES

Felipe VI destacó el cumplimiento este año del 30 aniversario del comienzo de la participación de las Fuerzas Armadas españolas en misiones internacionales, un hito que convirtió a España en un país con "vocación internacional" y dispuesto a asumir sus responsabilidades en la defensa y la seguridad común.

Esto le sirvió para reiterar que esa vocación de los militares españoles se evidencia en los 3.000 efectivos actualmente desplegados en este tipo de misiones y en la asunción el próximo 29 de marzo del mando de la operación Atalanta, de lucha contra la piratería en el Índico, desde el nuevo cuartel general en la base naval de Rota (Cádiz).

A su vez, destacó que la seguridad y la defensa comprometen a la sociedad española y a sus instituciones al ser un "pilar básico" para su "progreso y bienestar", por lo que apuntó que la "adecuada capacidad" de las Fuerzas Armadas "asegura la disuasión frente a los riesgos y amenazas de nuestro entorno, al tiempo que contribuye a la estabilidad a través de los organismos y alianzas internacionales de los que España forma parte".

El Rey también recordó la conmemoración el año pasado del 30 aniversario de la incorporación de la mujer a la profesión militar, "uno de los hitos más significativos y necesarios en su proceso de modernización". Este hecho supuso, desde su punto de vista, un "paso trascendental en el objetivo de garantizar la igualdad de oportunidades para desarrollar la vocación de servicio a España".

Por último, animó a los militares y guardias civiles a "seguir progresando en su formación y desarrollo profesional", puesto que "los avances alcanzados en estos últimos años en las áreas de enseñanza, gestión, equiparación profesional y motivación permiten aprovechar más eficientemente nuestras capacidades y, al mismo tiempo, sirven de apoyo para impulsar la integración y las políticas sociales en el seno de la Institución Militar".