Así lo explicó este miércoles el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, durante la presentación del 41º Encuentro europeo de jóvenes que tendrá lugar en Madrid del 28 de diciembre al 1 de enero.

Osoro subrayó además que “los jóvenes tienen unas ‘antenas’ especiales para captar lo que este mundo vive y necesita”. “Esta humanidad quiere seguir viviendo buscando fraternidad”, agregó, “y en esto los jóvenes tienen una fuerza especial”.

El hermano Alois Loeser, prior de la Comunidad de Taizé, destacó el papel de las nuevas generaciones en el “convulso” momento actual, en el que también hay “mucha incertidumbre”, pues se enfrentan al “paro, la dificultad para planificar la vida a largo plazo y a las rupturas afectivas que se producen en el seno de la familia y su entorno”, a lo que hay que añadir la “presión muy fuerte” que padecen para tener “éxito y rendimiento”. De ahí que la Iglesia promueva encuentros de este tipo, señaló, para animar a los jóvenes a “apoyarse en la fe para afrontar estos problemas”.

El acto principal de cada jornada, la convivencia que protagonizarán jóvenes en sus respectivo destinos parroquiales (más de 170 parroquias abrirán sus puertas para ellos), llegará cada día a partir de las 19.30 horas en el Pabellón 4 de Ifema, donde esos más de 13.000 jóvenes se congregarán en un momento de oración, cantos y silencio. El más especial de todos ellos, señalaron los organizadores a Servimedia, será el del 31 de diciembre.

Según agregaron, el encuentro también está abierto a jóvenes de otras religiones no cristianas y a la juventud madrileña que quieran sumarse a algunos de los actos previstos en el programa.

DOS METROS CUADRADOS

Asimismo, los organizadores animan a las familias madrileñas a prestar en estos días de cambio de año apenas “dos metros cuadrados” de su hogar para que un joven de otro país pueda colocar un saco de dormir durante las noches del encuentro Taizé, que promueve, desde los años 70 la “peregrinación de la confianza” y la solidaridad.

Quien desee sumarse a esta iniciativa podrá colaborar “hasta última hora” para dar un techo a jóvenes cristianos.

Según las previsiones, vendrán a Madrid unos 3.500 polacos, 2.000 ucranianos, 1.300 croatas, 1.100 franceses, 1.050 italianos, 750 alemanes y 600 portugueses. A ellos se sumarán otros participantes de otros países del mundo que serán atendidos por un millar de voluntarios que, entre otras labores, repartirán estos días 45.000 raciones de comida caliente.

La comunidad Taizé está formada por un centenar de hermanos de origen tanto católico como protestante, originarios de más de 30 nacionalidades, que conviven en una vida monástica como signo de reconciliación entre cristianos y pueblos divididos.