De las cerca de 1.200 personas encuestadas, una de cada dos personas afirmaba que se había implicado emocionalmente hasta el punto de ver afectada su vida cotidiana, y una de cada tres consideraba que esta implicación interfería en su vida laboral.

Estas son algunas de las conclusiones del estudio realizado por el Departamento de Personaldad, Evaluación y Tratamiento Psicológico I de la Universidad Complutense.

Entre los síntomas depresivos expresados por los encuestados se encuentra la tristeza, dificultades para dormir, sentimientos de soledad, apatía, etc., que interferían en su funcionamiento cotidiano en un 17% de los casos.

Según los expertos, no parece tener una gran influencia en la sintomatología aspectos tales como residir o trabajar en las zonas afectadas, haber sido testigo directo de los atentados o tener una relació cercana con personas que resultaran heridas o fallecidas.