En declaraciones en los pasillos del Congreso, Campuzano describió dichas cuestiones previas como "un paso más en el despropósito de este proceso penal que no tiene ninguna justificación" basado, como está, en los delitos "inexistentes" de rebelión y sedición, que a su juicio sólo percibe el Tribunal Supremo, por lo que "la única solución posible es la absolución".

"En términos sociales y políticos", prosiguió, aludiendo tal vez con el primer adjetivo a los recientes boicots de los CDR independentistas, el juicio "forma parte del problema político", y, "mientras la justicia española actúe de esta manera, será muy difícil, más difícil todavía, encontrar las soluciones politicas que se necesitan".