En el informe se destaca que España, por detrás de Italia y Grecia, es el tercer país de la OCDE en el que más se gasta en pensiones de viudedad sobre el PIB, por encima del 2,3% en 2017. Además, este porcentaje duplica la media de la OCDE, que se situó en el 1%.

En el lado opuesto, con menor gasto, se ubican Nueva Zelanda, Estonia, Australia y Letonia, con porcentajes inferiores al 0,5% del PIB.

Si se compara con el gasto en pensiones para el conjunto de las personas mayores, España ocupa la segunda posición, tras Luxemburgo, con un gasto superior al 25%. Además, en España, Alemania, Lituania, Luxemburgo y Turquía existen dos o más perceptores de pensiones de viudedad por cada cinco perceptores de pensiones de jubilación, siendo los ratios más elevados de toda la OCDE. De media, el 88% de los perceptores de pensiones por viudedad son mujeres.

El organismo internacional también destaca que España se encuentra en el grupo de países en el que no se exige una edad mínima para percibir una pensión de viudedad.

La OCDE también constata que los ingresos individuales, la pensión individual e incluso los ingresos del hogar son factores que reducen las pensiones de viudedad excepto en Chile, Israel, Lituania, México, Portugal y España.