Borrell dice que el "reconocimiento de los valores del otro" permite "librarnos del fanatismo" y crear "sociedades integradoras"
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El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Josep Borrell, afirmó este martes que el "conocimiento del pasado" y el "reconocimiento de la cultura y de los valores del otro" sirven para "liberarnos del miedo y del fanatismo" y, de este modo, "crear sociedades, abiertas, plurales e integradoras".
Así se pronunció el jefe de la diplomacia española durante la inauguración del Encuentro Internacional sobre Patrimonio para el Desarrollo, que se celebró hoy en la Casa América de Madrid. Este evento tiene como objetivo reunir a destacados expertos y representantes de organismos nacionales e internacionales, y provocar una reflexión en tres grupos temáticos que, en gran medida, coinciden con los principales desafíos que afectan al desarrollo sostenible: patrimonio y urbanismo sostenible; patrimonio, conflicto armado y prevención de la violencia; y patrimonio, crecimiento económico e innovación social.
Borrell apuntó que el patrimonio es una fuente de "enorme riqueza" y cuenta con un gran "potencial" para que las poblaciones locales puedan afrontar con garantías su futuro, lo que le permitió aseverar que el "conocimiento del pasado" y el "reconocimiento de la cultura y de los valores del otro" sirven para "liberarnos del miedo y del fanatismo" y, de este modo, "crear sociedades, abiertas, plurales e integradoras".
También abundó en la importancia de "poner el foco en la diversidad de las culturas" con el objetivo de "aceptar las diferencias" y "no destruir la riqueza común".
Afirmó que todo el patrimonio, "tanto el material como el inmaterial", supone la "expresión de las emociones del individuo, de las relaciones y de sus identidad como grupo social". Animó a alejarse de la idea de asimilarlo con "monumentos de piedra, granito, duros, que han resistido el pasado del tiempo", puesto que también lo componen los actos con los que los distintos grupos sociales han forjado su identidad.
Esta última idea, continuó Borrell, es "especialmente importante y significativa" para Europa, ya que cuando se repara en ella de inmediato surge la imagen de un "patrimonio común nacido de momentos históricos compartidos, surgidos del combate o de la cooperación" y que forma parte de un "proceso evolutivo" que ha delimitado unas fronteras físicas que han sido rebasadas por las ideas de filósofos o arquitectos.
Afirmó que 2018 es el Año Europeo del Patrimonio Cultural, lo que obliga a promover las culturas, el diálogo y mecanismos de cooperación en el seno del Viejo Continente.
También señaló que el Programa para el Patrimonio del Desarrollo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid) es una "creación señera" porque permitió por primera vez "trabajar en esta dimensión del patrimonio asociada al monumento, pensando más en la persona que labra la piedra que en la propia piedra".
Elogió el papel de las escuelas taller para recuperar el "ingente patrimonio cultural" de América Latina, especialmente en ciudades como La Habana (Cuba), y en la respuesta dada en aquellas "zonas de alto riesgo sujetas a desastres naturales" para recomponer el aspecto "emocional y humano" de aquellas personas que sufren estos fenómenos.
(SERVIMEDIA)
27 Nov 2018
MST/caa