Ecologistas en Acción alerta de que la recogida mecanizada nocturna de aceituna puede matar a 2,6 millones de aves en Andalucía
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Ecologistas en Acción alertó este lunes de que el sistema de recogida mecanizada nocturna de aceitunas puede provocar la muerte de 2,6 millones y medio de aves en Andalucía.
A través de un comunicado, la organización solicitó a la presidenta de la Junta, Susana Díaz, la “inmediata prohibición” de la recolección nocturna de aceitunas por medios mecánicos en los olivares en modalidad superintensiva y la adopción de las actuaciones sancionadoras oportunas en aquellas fincas en las que se siga utilizando este método "tan dañino para la biodiversidad”, ya que, insiste, puede provocar la muerte de estas aves, “según un informe de la propia Junta de Andalucía”, a pesar de que son “nuestras aliadas en la eliminación de insectos perjudiciales para los cultivos”.
Tras precisar que los olivares tradicionales andaluces son ecosistemas de “rica biodiversidad, especialmente para las aves migratorias”, la organización agrega que el olivar superintensivo en seto o de alta densidad es “una nueva amenaza que se cierne sobre estas pequeñas aves”.
“Esta modalidad de cultivo tiene como objetivo reducir costes, ya que desde la plantación hasta la recolección todo está mecanizado”, asevera, al tiempo que defiende que estos olivares en seto se convierten en una “trampa mortal” para ellas durante la recolección, “al ser cegadas por los focos de las cosechadoras, que se las tragan literalmente mientras duermen”.
Al “enorme impacto sobre la biodiversidad, se le une un problema contra la salud pública, al mezclarse las aceitunas con los cadáveres de miles de aves”, subrayó Ecologistas, quien denunció que, “a pesar de la gravedad del problema, la Junta de Andalucía, con competencias en agricultura y conservación de la biodiversidad, no ha puesto coto a este sistema de recolección nocturna”.
Entre las aves más afectadas destacan currucas cabecinegra, mosquitera y capirotada, zorzales charlo, común y alirrojo, petirrojos, verderones, mosquiteros ibérico, común, musical y papialbo, jilgueros, pardillos, lavanderas blanca, cascadeña y boyera, entre otras, procedentes de Francia, Holanda, Bélgica, Alemania y Escandinavia, Reino Unido o países bálticos.
La mayoría de estas aves migratorias, así como su hábitat y zonas de descanso, están protegidas por la legislación, tanto autonómica como estatal y comunitaria, y, según puntualizó Ecologistas, esta práctica nocturna de cosecha superintensiva “puede incurrir en ilícitos penales, especialmente en delitos contra la fauna y contra la salud pública”, además de suponer una “merma importante en el empleo que sí genera el olivar tradicional”.
(SERVIMEDIA)
26 Nov 2018
MJR/caa