En un comunicado emitido este viernes previo a la conmemoración, el 25 de noviembre, del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer 2018, Proyecto Esperanza subrayó que cada año atiende a una media de 200 mujeres, que en muchos casos han sufrido violencia ya en origen y en tránsito a Europa.

“Mujeres y niñas sufren con frecuencia diversas formas de violencia de manera simultánea o consecutiva”, precisó Ana Almarza, directora de esta organización, que participó en el diseño de una guía presentada esta semana por el Consejo General del Poder Judicial para ofrecer a los profesionales de la judicatura criterios de actuación frente a la trata de seres humanos.

A este respecto, Marta González, coordinadora de Proyecto Esperanza Adoratrices, matizó que la sensibilización y la formación de profesionales es una “herramienta fundamental, tanto para la identificación y protección de las víctimas como para la persecución efectiva del delito de trata”.

Junto a Wanawake Mujer, esta entidad promueve el 'Proyecto Maua: flores para la igualdad', dirigido a apoyar “alternativas productivas” y a facilitar la inserción laboral de mujeres “supervivientes de la violencia de género” en Kenia y de la trata de mujeres con fines de explotación en España.

En Madrid el proyecto se concreta en el fortalecimiento y equipación de un taller prelaboral en el que participan 25 mujeres supervivientes de la trata, a las que ofrece habilidades y capacidades en el proceso de inserción laboral y social.