El alto tribunal recuerda que en el ordenamiento jurídico español no es imprescindible para la condena por un delito de homicidio que haya aparecido el cadáver y que a éste se le practique la autopsia.

En efecto, la Ley de Enjuiciamiento Criminal contempla esta eventualidad en los artículos 330, 699 y 954.2° (en redacción original), sin perjuicio, como dice la sentencia recurrida que en estas situaciones sea necesario adoptar más cautelas de las que ordinariamente son exigibles en supuestos de condena basada en prueba indiciaria.

En ese sentido, el Supremo comparte la inferencia que hizo primero un tribunal del jurado de la Audiencia Provincial de Barcelona y después el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, de que el hombre mató a la mujer, que había decidido poner fin al matrimonio dos meses antes de los hechos. Los miembros del jurado tuvieron en cuenta más de 20 veinte elementos indiciarios para alcanzar la conclusión de que el hombre mató a la mujer.