La presentación corrió a cargo de la diputada responsable del área de Igualdad, Ángela Cerrillos, “un referente en la lucha social”, como reconoció Cristina Rodríguez, la presidenta de la sección y encargada de moderar la jornada.

Rodríguez también celebró que la ocasión tuviera lugar un 20 de noviembre, Día Universal de la Infancia en conmemoración a la aprobación de la Declaración de los Derechos del Niño en 1959, porque “los niños juegan un papel fundamental en la consecución de una igualdad real”.

Junto a la responsable de la sección, diseccionaron los retos jurídicos de la igualdad la letrada y administradora concursal Amalia Fernández Doyagüe, la fiscal ante el Tribunal Constitucional Teresa Peramato Martín y la directora de programas del Real Instituto Elcano, María Solanas.

Las ponentes reconocieron los avances en materia de igualdad, aunque Cerrillos admitió que “la incorporación femenina ha ido sufriendo distintos avatares”. Y es que, como explicó la diputada, no fue posible hasta 1921, año en que se incorporó la primera colegiada en 1925. Desde entonces, “durante la República y hasta el final de la Guerra Civil, sólo siete mujeres más se colegiaron”, dijo Cerrillos.

Para Fernández, “hablar de igualdad es hablar de abogacía, aunque la historia del Derecho no haya tratado bien a las mujeres, viéndolas no como sujetos de derechos, sino como seres obligados por una función social específica”. Pese a que han pasado ya 11 años desde la entrada en vigor de la Ley de Igualdad, “seguimos estando muy lejos de la auténtica paridad; a nivel de igualdad salarial, España es una de las naciones que menos progresa”, dijo la abogada.

A nivel global, como indicó Solanas, “según datos del Foro Internacional de Davos el porcentaje de mujeres con estudios superiores está 10 puntos por encima respecto al de los hombres, y aun así, la desigualdad en las decisiones económicas podría prolongarse hasta dos siglos”. Por eso, para Solanas es fundamental que existan “liderazgos masculinos que también asuman como propio el objetivo de la igualdad” y también “un mejor reparto de los cuidados”, pues las mujeres dedicamos “entre tres y cuatro horas más a las tareas domésticas”.

Peramato, por su parte, última en intervenir, se preguntó si las mujeres “valientes, pioneras” que dedicaron su vida a la lucha por la igualdad estarían satisfechas con el panorama actual. A la luz de algunos “escalofriantes datos”, como que “hasta 18.000 niñas españolas podrían ser víctimas de mutilación genital, o más de 140.000 menores ser obligadas a contraer matrimonio”, la fiscal llegó a la conclusión de que personalidades como Concepción Arenal o Soledad Cazorla “se sentirían decepcionadas”.

VIOLENCIA DE GÉNERO

Precisamente en España, como apuntó la presidenta de la sección, “el 92% de mujeres reconoce haber sufrido una agresión verbal de carácter sexual, lo que sin duda alguna también es violencia de género”. Para Solanas, este tipo de violencia, es la “expresión más execrable de la desigualdad”.

Además, cuando existen menores “siguen siendo instrumentalizados por el maltratador para mantener la situación de control y poder sobre la mujer, a veces incluso durante el régimen de visitas y el régimen de comunicación acordado como consecuencia de las órdenes de alejamiento”, denunció Peramato. Para la fiscal, “sólo un conocimiento integral de la violencia de género, de sus causas, sus consecuencias y efectos podrá ayudarnos a superar esta lacra”.

En el ICAM existe una “preocupación especial por la diversidad”, manifestó Cerrillos, y por eso la sección tiene como objetivo erradicar todo tipo de desigualdades, más allá de la de género. Así, la diputada reafirmó el compromiso de la institución, que debe erigirse “como referente a la hora de denunciar y defender los cambios legales necesarios para la consecución de una igualdad efectiva”, porque, como concluyó la presidenta de la sección, “en igualdad, si no se avanza, se retrocede”.