En los pasillos de la Cámara Baja, reconoció que este caso no le gusta, al igual que tampoco le agrada que haya pintadas casi a diario en la sede de partidos independentistas en Cataluña o “amenazas” a políticos de toda índole.

En todo caso, Rufián se mostró sorprendido por el hecho de que esto sea noticia en las portadas “y las esvásticas en la sede ERC no”.

Arran, organización juvenil vinculada a la CUP, colgó ayer en Twitter un vídeo en el que se ve cómo dos jóvenes encapuchados tiran pintura amarilla en el domicilio de Llarena. En marzo Arran realizó una acción similar en las inmediaciones de otro inmueble del juez.