En el primero de los locales ubicado en el distrito de Centro, los agentes realizaron la primera visita cerca de la media noche, sin encontrar ninguna anomalía en materia de seguridad, exceso de aforo o presencia de menores. Fue durante la segunda visita, efectuada ya de madrugada, cuando los policías detectaron que los datos que ofrecía el servicio de seguridad, relativos a las salidas y entradas de público del local no se correspondían con la afluencia que había en el interior.

Por este motivo realizaron un desalojo paulatino y organizado para evitar aglomeraciones y problemas de seguridad hasta la hora de cierre del local, contando todos los asistentes que salían del interior.

El resultado fue de 1.884 personas en un local cuyo aforo máximo permitido es de 980. Estos datos quedaron reflejados en el acta de inspección a la Ley de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas que se entregó a los responsables del local.

En el segundo caso, los policías de la Unidad de Puente de Vallecas inspeccionaron un local, en el que a simple vista se observaba a los clientes con dificultad para deambular libremente por el interior.

Al solicitar la documentación del establecimiento al responsable, éste manifestó una cifra que era claramente superior a la realmente permitida, siendo la establecida de 250 personas. Tras desalojarlo de forma pacífica, y con total colaboración del público asistente, se contabilizaron 514 ocupantes, que se reflejaron en la correspondiente acta de inspección.

En la última de las actuaciones, en el distrito de Chamberí, los agentes observaron en el establecimiento, que había 53 clientes en el interior, y que tras identificarles, pudieron comprobar que 51 de ellos eran menores, la mayoría consumiendo bebidas alcohólicas.

Al parecer habían pagado 20 euros cada uno por la barra libre, para una fiesta prevista de 160 personas, parte de los cuales no habían llegado por ser una hora todavía temprana para la celebración, quedando reflejadas en el acta de inspección todas las infracciones.