Así lo advirtió a través de una declaración oficial en la que también señaló que estas personas podrían tener en breve problemas de acceso a agua limpia y servicios de saneamiento debido al agravamiento de la crisis económica y la “implacable” violencia en la zona.

“Es probable que la conjunción de estos dos factores empeore la terrible realidad a la que ya se enfrentan los niños y sus familias, a medida que más y más personas cansadas de la guerra afrontan la perspectiva, muy real, de la muerte y la enfermedad”, agregó.

Tras subrayar que el agua y los servicios de tratamiento de las aguas residuales están “en riesgo de hundirse” debido al aumento del precio del combustible, puntualizó que este hecho significa que estas personas podrían quedarse también sin acceso a agua potable y saneamiento, lo que podría desembocar en la proliferación de enfermedades y en un aumento de la desnutrición.

AYUDA URGENTE

Fore calculó que 1,2 millones más de personas necesitarán pronto ayuda urgente en materia de agua y saneamiento y espera que la cifra aumente en los próximos días.

Además, las familias que ya no pueden permitirse adquirir artículos alimentarios básicos podrían unirse pronto a los 18,5 millones de personas que ya sufren inseguridad alimentaria. Se espera que la cifra aumente en 3,5 millones, 1,8 millones de niños incluidos.

Estas circunstancias, “devastadoras por sí mismas”, señaló, se ven agravadas por la situación en Hudayda, donde, a su juicio, la violencia “amenaza con matar niños y ahoga una cadena esencial de suministro de combustible y ayuda humanitaria que sostiene a 28 millones de yemenís”.

“Si el puerto es atacado, dañado o bloqueado, se estima que 4 millones más de niños sufrirán inseguridad alimentaria en el país”, apuntó, para agregar que la “única manera de que la pesadilla acabe” en Yemen pasa por restablecer la paz a través de una resolución política integral.

“Hasta que eso suceda, Unicef continúa instando a todas las partes en conflicto, y a quienes tienen influencia sobre ellas, a cumplir el derecho internacional humanitario y a detener los ataques contra la infraestructura civil y garantizar un acceso seguro, incondicional y sostenido a todos los niños de Yemen que lo necesitan”, resolvió.