Marlaska se refirió a este asunto en el Pleno del Congreso, donde el diputado popular Carlos Rojas le preguntó sobre el hecho de que el ministro dijera en unas declaraciones que el asunto de la inmigración estaba “controlado”.

El titular de Interior respondió que “para tener todo controlado” en materia migratoria hay que tener un “plan” y “objetivos”, algo con lo que cuenta el Ejecutivo al estar trabajando por una inmigración “legal y ordenada”, pero sin que esto conlleve “permisividad” hacia los flujos ilegales de personas.

“TODO PATAS ARRIBA”

El ministro explicó cómo su departamento está trabajando para “afianzar” las relaciones con los países de África de los que suelen partir los inmigrantes ilegales hacia España, al tiempo que aludió a la actuación al respecto de las Fuerzas de Seguridad del Estado y las ONG.

Por su parte, Rojas sostuvo que el plan que por ahora tiene el Gobierno en materia migratoria “se llama efecto llamada”, que dijo se inició con la recepción del barco 'Aquarius' y continuó con el anuncio del propio ministro de que se quitarían las concertinas de las vallas de Ceuta y Melilla.

Este diputado del PP acusó al Gabinete de Pedro Sánchez de haber puesto la política migratoria de España “patas arriba” en cuatro meses y que en este terreno “todo está peor” desde que los socialistas volvieron a La Moncloa, como lo prueba el aumento constante de menores inmigrantes no acompañados.