En una rueda de prensa, el economista jefe del grupo BBVA y director de BBVA Research, Rafael Doménech, subrayó que la subida salarial "deja ganadores", en alusión a que la mayor parte de los trabajadores verá incrementados sus ingresos, pero deja igualmente "expuestos" a los sectores "más vulnerables", que podrían ver "en peligro el puesto de trabajo o sus expectativas de creación de empleo".

La medida acordada por el Gobierno afectará según sus cálculos a casi el 10% de los trabajadores. Para paliar o evitar efectos perniciosos, el servicio de estudios defendió frente a una subida inmediata que cualquier subida del salario mínimo inteprofesional "se evalúe" adecuadamente y se ejecute "de manera gradual y continúa" y que se articule con un conjunto de medidas. Así, abogó por la creación de un paquete integral de actuaciones para favorecer el empleo en dichos colectivos con una mejora del funcionamiento de las políticas activas de empleo "para reducir la pobreza laboral".

El servicio de estudios, que espera una mejora en la tasa de empleo con una reducción desde el 15 al 13% en el 2019 acorde con las proyecciones del Gobierno, mostró escepticismo con que la subida del salario mínimo vaya a contribuir a resolver el problema de las pensiones. Los analistas reconocieron que si esta medida llega acompañada de un aumento de la productividad podría ayudar a financiar la decisión de revalorizar las pensiones con el aumento de la inflación, aunque pongan en riesgo el empleo en los colectivos vulnerables.

Sin embargo, recordó que al ser el sistema de pensiones contributivo, si los salarios se incrementan, además de elevar el caudal de recaudación por cotizaciones, también generará derechos para pensiones futuras más elevadas que habrá que atender. "Si bien puede dar un margen de maniobra temporal, no será definitiva", alertaron.

El banco abogó en materia de pensiones por establecer medidas compensadoras y mecanismos de ajuste automático que permitan retrasar la edad de jubilación y contener el déficit que generan las pensiones, frente a la decisión del Gobierno de revalorizarlas en línea con la evolución del coste de la vida. Para dar una solución al problema apostó por la creación de una hucha o derechos para el retiro para los trabajadores o las llamadas cuentas nocionales.