La proposición española es fruto de la completa paralización del diálogo político en Venezuela y la catástrofe económica y social que atraviesa ese país que ha provocado que el 80% de los venezolanos vivan bajo el umbral de la pobreza, según datos de la ONU, y que ha llevado a emigrar a muchos de ellos a Brasil, Colombia o Perú.

El pasado 20 de mayo Venezuela celebró unas elecciones presidenciales cuyos resultados la UE no reconoce y que han sumido al país caribeño en una parálisis institucional para la que las autoridades españolas sólo atisban como única solución posible un diálogo entre venezolanos ajeno a cualquier intervención exterior.

DIÁLOGO

España también aspira a aprovechar el reciente nombramiento del exvicepresidente de Guatemala Eduardo Stein como representante especial de la ONU para los refugiados y migrantes de Venezuela para fomentar un debate sobre la crisis migratoria en Venezuela.

El Gobierno español no se plantea pedir la imposición de sanciones a Venezuela, ya que su único propósito es el fomento del diálogo entre venezolanos, un aspecto en el que la mayoría de los Estados miembros creen posible avanzar mientras que otros se muestran renuentes.

Este debate acabará sin conclusiones, si bien la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, tomará nota del contenido de las discusiones.

La discusion se producirá después de la muerte del concejal del partido Primero Justicia Fernando Albán en Venezuela mientras se encontraba bajo la custodia del Servicio Bolivariano de Inteligencia, un suceso para el que algunos países, entre ellos España, han reclamado una investigación independiente.

MIGRACIONES

Por otra parte, el Consejo de Asuntos Exteriores llevará otros tres puntos en el orden del día: dimensión exterior de las migraciones, Libia y República Centroafricana.

La cuestión de la dimensión exterior de las migraciones se afrontará en dos aspectos: las plataformas regionales, es decir, la creación de centros en terceros países para reagrupar a aquellas personas que son rescatadas en el mar para dividirlas entre migrantes económicos y solicitantes de asilo; y los centros controlados en suelo europeo.

En ambos casos, en los que no habrá conclusiones, España piensa que esa no es la solución para abordar la crisis migratoria porque hay que estudiar la protección de esas personas.

El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Josep Borrell, planteará la importancia de buscar la cooperación de los países de origen y tránsito; el encaje de la Guardia Fronteriza formulada por el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, en la Policía Nacional y la Guardia Civil; y la situación actual de España como principal lugar de las llegadas de inmigrantes en el Mediterráneo.

LIBIA

En cuanto a Libia, se tratará la situación de inestabilidad en el país y se comentará la celebración en Palermo (Italia) de una cumbre sobre el momento en Libia, a la que ha sido invitada España, pero todavía no se ha decidido el nivel de su representación.

Por último, la situación de República Centroafricana se abordará a instancias de Francia y se tratará la creciente presencia de Rusia en un país con una fuerte riqueza mineral (oro y diamantes).