La proposición de ley fue registrada por los populares en la Cámara Baja el pasado 22 de junio, tres semanas después de la llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa, y ese aspecto fue recriminado con duras críticas por varios portavoces parlamentarios al PP durante la toma en consideración de la iniciativa, con reproches de apropiarse de un texto elaborado por un departamento gubernamental y no por el Grupo Parlamentario Popular. Finalmente, la iniciativa contó con 176 votos en contra, 138 a favor y 30 abstenciones.

El texto, defendido por la diputada popular Valentina Martínez Ferro, incluye 51 artículos, dos disposiciones adicionales y seis disposiciones finales, incluye como objetivos de reducciones nacionales de gases de efecto invernadero del 26% en 2030 respecto a 2005 y del 80% en 2050 en comparación con 1990, que un 32% de la energía final proceda de fuentes renovables en 2030 y que el ahorro energético alcance un 32,5% en 2030.

Para lograr esos objetivos, el Gobierno elaboraría planes nacionales integrados de energía y clima cada 10 años a partir del periodo 2021-2030, así como una Estrategia de Bajas Emisiones a 2050 de la Economía Española, un Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (y sectoriales en ámbitos como la salud, el agua y la agricultura), informes sobre riesgos climáticos, planes autonómicos y locales de mitigación y adaptación a los efectos del cambio climático, medidas de fiscalidad ambiental y financiación pública obligatoria para estas políticas, entre otros aspectos.

“El cambio climático es el mayor desafío medioambiental y socioeconómico al que se enfrenta la humanidad en el siglo XXI”, indicó Martínez Fierro, antes de dirigirse al Gobierno de Sánchez para que “no menosprecie el trabajo de tantos expertos” que han participado en la iniciativa presentada por el PP. “Tienen ustedes ya mucho trabajo hecho. Por favor, no lo desaprovechen, es una ley necesaria. No caigan en la tentación de despreciar un texto sólo porque el texto no es suyo”, dijo.

Esta súplica cayó en agua de borrajas porque la mayoría de los portavoces recriminaron a los populares que se aprovecharan del trabajo del Gobierno anterior para convertirse en autores de la primera Ley de Cambio Climático y Transición Energética en España, al tiempo que instaron al actual Ejecutivo a presentar un texto en la mayor brevedad posible.

“CINISMO POLÍTICO”

Por otro lado, Marc Laumà, del PSOE, comenzó su discurso adaptando las conocidas ‘Catilinarias’ de Cicerón con las siguientes preguntas dirigidas a los diputados populares: “¿Cuándo aceptarán su nueva situación? ¿Cuánto les falta para pasar la lira de su duelo?”.

Laumà acusó al PP de “cinismo político” y dejarse llevar por “la ira” desde que está en la oposición cuando tres semanas después de perder el Gobierno, y tras prometerlo Rajoy en las Cumbres del Clima de París 2015 y de Marrakech 2016, registran una proposición de ley que refleja la “incapacidad manifiesta” de los populares cuando estaban en el Ejecutivo.

“Nunca aprenden, siempre son iguales. Sólo hay destrucción por su parte cuando están en la oposición”, apuntó, antes de recordar “el desastre, la descoordinación y la pelea constante entre las carteras de medio ambiente y energía del Gobierno de Rajoy”, con los ministros Álvaro Nadal e Isabel García Tejerina como “mala imitación del dúo Pimpinela”.

Laumà tachó de “mediocre” y “extemporánea” la proposición de ley del PP, además de indicar que tiene “muchas incongruencias”, “no aborda el modelo energético” y sus objetivos de descarbonización de la economía son “claramente poco ambiciosos”.

“Hay que tener poca vergüenza para registrar un texto a las tres semanas de perder el Gobierno, fue alumbrado a partir del trabajo de la Administración pública para el Ejecutivo español, este texto no es del PP”, comentó, al tiempo que reprochó a los populares que intenten “torpedear” que el Ejecutivo de Sánchez presente “un verdadero proyecto de ley” sobre cambio climático y transición energética.

Por su parte, Antonio Gómez-Reino, de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea, tildó de “indigna” la iniciativa presentada por los populares después de siete años de Gobierno de Rajoy en los que se “burlaron” del cambio climático y se “plegaron” a “los ‘lobbies’ en la materia, sobre todo el oligopolio eléctrico”. “El PP sube hoy a esta tribuna y hace un paripé sobre la importancia del cambio climático”, agregó.

Gómez-Reino recalcó que la iniciativa carecía de “los mínimos básicos para ser discutida” al no incluir un plan de eficiencia energética en viviendas, una estrategia nacional de residuos, medidas de fomento de la economía circular o de mitigación climática en la agricultura, la ganadería y la pesca, y recomendó a la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, que “no guarde los papeles en los cajones hasta el último momento, como sus predecesores”, y presente al Parlamento un proyecto de ley. “No hay planeta B”, sentenció.

“PERDER EL TIEMPO”

Por otro lado, el portavoz de Ciudadanos, José Luis Martínez, indicó que el Gobierno de Rajoy “se comportó de manera irresponsable” por no llevar al Parlamento una Ley de Cambio Climático y Transición Energética y poner “trabas” al autoconsumo, aplicar “recortes” a las fotovoltaicas, no poner en marcha una planificación energética y convertir a España en el país “campeón” de apercibimientos y sanciones ambientales de la UE.

Xavier Eritja, de Esquerra Republicana, indicó que el PP primó la “óptica neoliberal” sobre “el interés común” en asuntos relacionados con el medio ambiente y la energía, y presentó una “propuesta de mínimos” o “declaración de intenciones” en el Congreso. “Da la sensación de ustedes pretenden limitar a la baja propuestas maximalistas y posponer las decisiones trascendentes que debemos asumir en muy poco tiempo. No podemos permitir dejar pasar el tiempo, pero tampoco podemos permitir perder el tiempo en una propuesta como ésta”, apostilló.

Joseba Agirretxea, del PNV, rechazó la iniciativa del PP por no ser un texto jurídico, sino “un instrumento propositivo de carácter metajurídico” o “la culminación de una reflexión técnica”. “¿Necesitamos políticas de lucha contra el cambio climático? Por supuesto que sí. ¿Necesitamos una ley sobre cómo combatir el cambio climático? Sí. ¿Es ésta la mejor ley para combatir el cambio climático? Lo siento, pero no”, zanjó.

Carles Campuzano, del PDeCAT, aseguró que el texto de los populares estaba “basado en los trabajos hechos en su etapa de Gobierno”, con lo que “han gestionado mal este asunto” y llegaron “tarde”, al tiempo que conminó a Teresa Ribera a presentar una ley climática en esta legislatura.

Oskar Matute, de EH Bildu, acusó al PP de “caerse del caballo” en lo relativo al cambio climático después de estar años “negándolo” y concluyó su discurso recordando que el exministro José Manuel Soria llegó a afirmar que “las compañías eléctricas traen los decretos listos para firmar a los despachos de los ministerios”.

El único portavoz que mostró su apoyo a la iniciativa del PP fue Isidro Martínez Oblanca, de Foro, que defendió que la proposición de ley abría un “camino legislativo” en esta materia y podría “coto a las desatinadas propuestas del fundamentalismo ‘ecolorancio’ parapetado en el Consejo de Ministros desde el pasado mes de junio”.