Si bien, varias fuentes gubernamentales consultadas por Servimedia consideran que el camino de la “paciencia” es el que impera todavía en el seno del Ejecutivo y, principalmente, en el presidente. La respuesta fue la de un Gobierno “prudente” ante un pretendido choque de trenes por parte de las autoridades catalanas y de querer jugar con el Estado.

De hecho, desde Moncloa aseguraron que el Ejecutivo “sigue prudente y templado” y que este “episodio nos lleva a abundar más en la vía del diálogo” y a seguir con el “proceso de anti inflamación”.

Pese a que hay “mucho ruido”, consideran que éste es “irrelevante” porque todavía se está en el campo de las palabras y los “hechos aun tienen que consumarse”. Por ello, “más allá de la retórica, las palabras, el Gobierno (central) siempre apuesta por las ofertas de diálogo”.

En Moncloa ponen en valor que se ha pasado a un “día de palabras”, las cuales ahora hay que ver a donde van, hasta el punto de que el Parlament de Cataluña ha vuelto a abrir y celebrar sesiones plenarias, cerrado desde agosto.

Sostienen que ya se ha pasado al 2 de octubre y que la “normalidad vuelve a apoderarse de la calle”, lo cual refuerza su teoría de que aun falta que las palabras se consumen con hechos como para variar la “oferta de diálogo constante”.

Por todo ello, desde el Ejecutivo se aferran a la paciencia y la capacidad de transitar por el camino el diálogo “perpetuo frente a quienes quieren un 155 perpetuo” y de ahí la “determinación, de insistir con ‘pala y pico’, en el camino del diálogo”.