Así lo declararon a los periodistas portavoces de CCOO y UGT en Madrid en el marco de la marcha convocada por estos sindicatos y sus federaciones de jubilados y pensionistas con motivo del ‘Día Internacional de las Personas Mayores’.

Los sindicatos entregaron en el Congreso de los Diputados un manifiesto en el que piden, además de la revalorización de las pensiones con el IPC, una prestación de ingresos mínimos, la derogación de los copagos sanitarios, potenciar los servicios de salud pública, garantizar la atención a las personas dependientes o un bono social de la electricidad que impida los recortes en el suministro.

El secretario de Protección Social y Políticas Públicas de CCOO, Carlos Bravo, afirmó que las organizaciones no solo reclaman la revalorización de las pensiones con la evolución de los precios, sino también que aumenten los recursos públicos para la atención sanitaria.

Bravo apuntó que las personas mayores “no pueden seguir soportando los recortes en los presupuestos en los últimos años” y tienen que ver atendidas sus prestaciones económicas “de manera digna”.

Este representante de CCOO señaló que el preacuerdo en el Pacto de Toledo es una “buena noticia” pero “todavía no ha pasado del estadio de una declaración”. Destacó que el Gobierno tiene que llevar a la Ley General de Seguridad Social la actualización de las pensiones con el IPC, derogar la reforma de 2013 y “recuperar el marco político de consenso social en el Pacto de Toledo y con los interlocutores sociales”.

Por su parte, la secretaria confederal de UGT, Adela Carrió, añadió que el consenso mayoritario alcanzando en el seno del Pacto de Toledo es un “paso positivo” pero advirtió de que “mientras no salga –el Gobierno- con una ley no lo daremos por cerrado”. Carrió subrayó que se debe derogar el factor de sostenibilidad aprobado en la reforma de pensiones de 2013 para que haya un sistema de pensiones “justo y de calidad”.

Además, el secretario de la Unión de Jubilados y Pensionistas de UGT, Anatolio Díez, denunció que alrededor del 40% de los pensionistas se encuentra en el umbral de la pobreza, una cifra que “el nuevo Gobierno lo tiene que considerar porque si no, los jubilados no podremos aguantar más”. “Este Gobierno no es el Gobierno anterior”, consideró Díez, quien confió en que los cambios que “se empiecen a materializar”.