Así se pronunció en una entrevista en Onda Cero recogida por Servimedia, en la que avanzó que presentará “una candidatura potente” en Barcelona, convencido de lo “importante” que sería que “los constitucionalistas” se hicieran con el poder municipal.

Es más, analizó que si PP, Ciudadanos y el PSC lograsen gobernar en dos terceras partes de Cataluña, entre las que incluyó Barcelona y Tarragona, se caería “esa fantasmagórica quimera independentista”. Así, apeló a los pactos con “otras candidaturas constitucionalistas” para conseguirlo.

En palabras de Casado, “es fundamental que se sepa que la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, es cómplice del independentismo”. “Y lo que estamos intentando es que el PSC y el PSOE se aclaren y sepan exactamente de qué lado quieren estar”, apostilló.

Así, cargó contra lo que definió como “una estrategia de contemporización” con el independentismo por parte del Gobierno de Pedro Sánchez y le advirtió de que sería “gravísimo” poner “las luces largas” con los partidos que abogan por la secesión simplemente para poder “negociar” con ellos los Presupuestos Generales del Estado de 2019.

“No hay ya margen de negociación y cesión a los independentistas; hay que volver a aplicar un 155 duradero y con extensión en educación, Mossos y la televisión pública”, alertó Casado a Sánchez, para acto seguido decirle que “no se puede comparar” la configuración de un país como Canadá con el español.

Reconoció que en Quebec el independentismo “al final encalló” después de dos consultas, pero pidió no olvidar “el empobrecimiento” que se vivió y que “aún no se ha resuelto”, con una salida de empresas “irremediable” y una “pérdida de peso político, económico e internacional irreversible”. “Si Sánchez se convierte en aliado de los que están destrozando Cataluña tiene un gran problema”, arguyó.

Por ello, insistió en su petición de aplicar otra vez el artículo 155 en Cataluña y hacerlo “el tiempo que haga falta”. “Pedimos que lo haga cuanto antes y con la generosidad de que (en el PP) asumimos el coste”, añadió el presidente de los populares, convencido de que “no se puede hacer” diálogo con quienes quieren romper España.