Salud
Entre el 5 y el 10% de adultos muestra síntomas del síndrome de piernas inquietas
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
Entre el cinco y el diez por ciento de la población adulta muestra síntomas del síndrome de piernas inquietas, siendo más frecuente en personas de más de 50 años de edad. Un porcentaje que se sitúa en un 15 o 20% entre el colectivo de personas mayores de 65 años.
Así lo confirmó la Asociación Española de Síndrome de Piernas Inquietas con motivo de la conmemoración, este domingo, del Día Mundial del Síndrome de Piernas Inquietas, una efeméride que, según este organismo, pone “en el centro de la noticia” a los afectados y a la investigación de las causas concretas de este síndrome, “que continúan sin estar totalmente dilucidadas, aunque apuntan al papel que desempeñan el hierro y la dopamina”.
Tal y como indicó la Asociación Española de Síndrome de Piernas Inquietas, se trata de un trastorno neurológico del movimiento que se caracteriza por la “necesidad irresistible de mover las piernas y por sensaciones desagradables y molestas en las extremidades inferiores” que “suelen darse en reposo y se alivian cuando los pacientes se incorporan y andan”.
La mayoría de estos pacientes presentan, además, movimientos involuntarios de las piernas durante el periodo sueño, aunque este síntoma puede pasar en ocasiones desapercibido mientras que, en el caso de ciertos pacientes, los síntomas pueden extenderse a los brazos y manos.
En algunos casos, este trastorno es una manifestación de otras enfermedades como la insuficiencia renal crónica avanzada, la artritis reumatoide, la fibromialgia, u otros problemas neurológicos, como una polineuropatía.
ANTECEDENTES FAMILIARES
Alrededor del 40% de los afectados por este síndrome tiene antecedentes familiares del mismo problema, lo que, a juicio de la asociación, demuestra que, en muchos casos, se trata de una patología que se hereda genéticamente.
No obstante, según señaló el neurólogo Alfredo Rodríguez-Antigüedad, de IMQ, “independientemente del origen genético o no de la enfermedad, parece que las neuronas responsables del síndrome de piernas inquietas están relacionadas con las que controlan el ritmo de vigilia-sueño”. “El origen del síndrome no depende de los hábitos de vida, aunque un régimen de vida poco higiénico, en el que se fuma, se bebe y se duerme mal, puede incrementar los síntomas”, resolvió.
MUJER
Por lo que respecta al perfil del paciente, este síndrome afecta casi al doble de mujeres que hombres y es especialmente prevalente en mujeres embarazadas, en particular, al final del periodo de gestación, en donde afecta a un 20% de mujeres en estado.
Según informó la Asociación Española de Síndrome de Piernas Inquietas, el 90% de las personas que padecen esta patología desconoce que tiene la enfermedad, entre otras casusas, porque algunos enfermos no están adecuadamente diagnosticados y sus síntomas se atribuyen a otros problemas.
Una vez confirmada la presencia del síndrome de piernas inquietas, pueden ser de utilidad para el tratamiento, según los casos, ciertos medicamentos que se usan para la enfermedad de Parkinson y que han demostrado una “eficacia relevante”. Asimismo, se suele aconsejar a los pacientes que tengan hábitos de sueño sanos, así como que eviten los estimulantes y el tabaco.
(SERVIMEDIA)
23 Sep 2018
MJR/gja