Así se pronunció el jefe de la diplomacia española, en una entrevista en la Ser recogida por Servimedia, en la que afirmó que la movilización de los independentistas ayer en los actos de la Diada demuestra que existe una "parte importante" de los catalanes que está a favor de la independencia.

Comentó que esa mayoría "utiliza" la Diada, que debería ser la "fiesta de todos los catalanes", para proclamar sus reivindicaciones. Dijo desconocer si en las movilizaciones de ayer se manifestó un millón de personas, como calculó la Guardia Urbana, si bien dejó claro que hay más de un millón de catalanes que apuesta por los postulados independentistas.

Borrell reconoció que el encarcelamiento de los políticos independentistas presos produce una "mayor reivindicación y movilización" y dejó claro que el desafío independentista "no se va a resolver en un año".

Por ello, reafirmó la voluntad de "diálogo" y "negociación" del Gobierno, pero situó ese ofrecimiento dentro de los parámetros que establece la Constitución, ya que "hay cosas que no se pueden tolerar", una de ellas actuar "por encima" de la Carta Magna.

Esto le sirvió para subrayar que España es un Estado de Derecho y parafraseó al secretario general del Consejo de Europa, Thorbjørn Jagland, para poner de manifiesto que "fuera de la Constitución es el caos". Al mismo tiempo, afirmó que el texto constitucional se puede reformar, pero "no se puede actuar como si ya se hubiera reformado".

Borrell también analizó la votación que tendrá lugar hoy en el Parlamento Europeo de un informe que solicita la aplicación a Hungría del artículo 7 del Tratado de la UE, que faculta la suspensión de voto en el Consejo Europeo a aquellos Estados miembros que vulneren los valores fundamentales de la Unión Europea.

A este respecto, comentó que el caso de Hungría es "paradigmático" de lo que sucede actualmente en el Este de Europa y evidencia comportamientos que están lejos de lo comúnmente aceptado en las democracias liberales tradicionales.

A pesar de ello, celebró que la UE disponga de mecanismos para "corregir" los "abusos de poder". No obstante, llamó la atención sobre el hecho de que Bruselas cuente con mecanismos de autoprotección para evitar sumar al club a países que vulneran sus valores fundamentales, pero surjan "problemas" cuando quienes los quebrantan son Estados miembros de pleno derecho.

Borrell consideró "llamativo" que el Partido Popular Europeo (PPE) haya dado libertad de voto a sus miembros ante la votación que juzgará la actitud de un país, cuyo primer ministro, Viktor Orbán, pertenece a su seno, si bien eludió la polémica al afirmar que cada partido actúa como cree oportuno.

No obstante, hizo un paralelismo entre el modo de actuar de Orbán y lo sucedido en el Parlamento catalán los pasados días 6 y 7 de septiembre al afirmar que "si eso (lo sucedido en Cataluña), pasa en Hungría, los gritos se hubieran oído en Sebastopol".

Por último, Borrell se abstuvo de valorar la dimisión de la ya exministra de Sanidad Carmen Montón, si bien destacó lo "extraordinariamente activa y diligente" que ha sido durante su gestión.